Andrés Álvarez es un niño de 12 años de Los Narejos. Es un chico creativo, que pinta, corre en bicicleta y juega al pádel, un espíritu inquieto que realiza bonitos dibujos de sus ídolos. Ayer se presentó en la línea de meta con dos, uno de Primoz Roglic y otro de Valverde. Al esloveno sí se lo pudo dar personalmente. Aguardó hasta que terminara las entrevistas con las televisiones para acercarse a él. Lo hizo tímidamente, desde la valla, pero el líder de la Vuelta a España le pidió que se acercara para recogerlo y poder fotografiarse con él. Y Roglic se marchó con ese dibujo en la mano que con tanto cariño e ilusión había realizado Andrés.