Ha sido uno de los principales baluartes de la salvación, por no decir el mayor. La permanencia del Cartagena en el fútbol profesional llegó después de una temporada llena de altibajos en la que, como es normal en el año del retorno a la categoría de plata, se terminó sufriendo para alcanzarla. Con todo, el equipo albinegro consiguió el objetivo incluso antes de lo esperado solo unas semanas atrás. A principios del mes de mayo parecía que la lucha se mantendría hasta la última jornada dada la cantidad de equipos que había involucrados en ella. Sin embargo, el sprint final del conjunto dirigido por Luis Carrión le permitió salir indemne a falta de dos partidos por disputarse.

El mérito de esa hazaña residió en la serie de victorias que el Cartagena consiguió en el tramo de máxima presión y dificultad. Cuando se acercaba el final, el equipo albinegro fue capaz de encadenar 12 de 15 puntos y dar un mazazo a sus rivales directos. Las victorias ante Logroñés, Castellón, Espanyol y Almería fueron vitales para mantener al conjunto de la trimilenaria como máximo representante del fútbol regional durante -mínimo- una temporada más.

Sin embargo, en esa serie de encuentros, hubo un nombre que sobresalió por encima de todos. Rubén Castro anotó la mayoría de los goles para poner el broche de oro a su gran temporada y cerrar el año en el que salvó al Cartagena con 19 tantos, cuatro más de los que había prometido el día de su presentación. El delantero canario, que no tenía nada que demostrar en el Cartagonova después de su brillante carrera se echó el equipo a la espalda cuando más lo necesitaba. Ahora, su futuro se debate entre si continuar una campaña más con el escudo del Cartagena en el pecho o escuchar otras ofertas que pueden ser más atractivas a pesar de sus casi 40 años.

Es el principal objetivo que se marca la comisión deportiva para el mercado de fichajes de verano. La mejor incorporación pasa por mantener en el club a un futbolista que se ha quedado a tan solo un tanto de alcanzar la veintena de goles al borde de cumplir los 40 años. Junto a la continuidad de Pablo De Blasis, tener a Rubén Castro una temporada más en las filas albinegras se torna como la principal operación a realizar. Resulta prácticamente imposible encontrar un delantero que se acerque a esa cantidad de goles dado el músculo económico que tiene el club cartagenero dentro de la categoría. Tampoco es que existan muchos jugadores que hayan superado esa cifra jugando en equipos más potentes.

No obstante, y aunque en varias ocasiones el presidente albinegro Paco Belmonte ha asegurado que el futbolista canario está más cerca de seguir que de no seguir, hay que plantear una operación que va a ser dura por los condicionantes que rodean al jugador y por las importantes ofertas que parece que le están llegando desde diferentes clubes. Es un hombre que ha hecho historia en el fútbol español, por lo que siempre está en el escaparate y es el centro de las miradas en una categoría como la Segunda División. Por ello, era imposible que pasara desapercibido después de sus actuaciones goleadoras que demuestran que sigue a un nivel más que considerable para aportar grandes cifras de cara a puerta. Lo ha hecho en un equipo con menor producción ofensiva como el Cartagena, por lo que es de imaginar que podría hacerlo incluso mejor en un vestuario con más nivel.