Cuarta victoria consecutiva del Yeclano Deportivo. Y qué cuarta victoria. Nada más y nada menos que contra un Marbella con jugadores de la talla de Granero o Callejón, quizá más habituados para jugar la SuperLiga que para hacerlo en La Constitución. El caso es que, 29 años después de aquel histórico play-off de ascenso a 2ªA, el conjunto azulgrana derrochó hambre, casta y ganas de seguir codeándose con clubes y ciudades de infinitamente mayores recursos que los de Yecla, pese a que el descenso a tercera parecía obvio hace un mes.

El duelo fue un disfrute de ver en La Constitución, con una intensidad preciosa. El Marbella salió bien al terreno de juego. Marcos, Nacho y Callejón probaron a Gianni en los primeros compases, y un soberbio Ayoze salvó en el momento preciso ante Chumbi. Pero los de la Costa del Sol se encontraron a un Yeclano de raza. Dieron igual las bajas de su goleador Christian Perales, del mariscal Álex Zambrano, o de los dos laterales zurdos. Oca lo bordó de carrilero, Gastón en el pivote siguió creciendo a ritmo vertiginoso, e Iker Torre amplió su dilatada hoja de servicios al club con un trabajo descomunal. Los de Sandroni parecían tan compactos como lo fueron el año pasado ante el Badajoz, y tan eufóricos emocionalmente como el día del Cirbonero en el ascenso.

Con el paso de los minutos, los Ferraris de Puerto Banús empezaban a sufrir como si estuvieran rebotando sus lujosos bajos por los baches de la carretera de Fuente Álamo. En una curva a derechas, Marcos se resbaló y Víctor Fenoll, posicionado en su banda nata, puso un centro descomunal para que Luís Castillo llegara a lo Van Basten y enchufara un golazo para abrir el marcador.

A los dos minutos de la reanudación, por fin fue consciente el Marbella de la sagaz encerrona que les había preparado ‘Panoramix’ Sandroni, cuando un calvito comandante apareció desbocado con la navaja entre los dientes para pincharles sin miramientos los neumáticos de su cochazo. Fortes dentro del área a Castillo, parada de Alfonso y poste, y puñalada con saña dentro del área pequeña de Álex Vaquero para remachar. El baile que le metió el Yeclano en los siguientes minutos al Marbella fue para que José Víctor desde el cielo luciera su inolvidable sonrisa picarona aliviando la espinita del 92. Karim al exterior de la red e Íker a centro de Fortes por muy poco rozaron el tercero antes de que el Marbella pusiera sus triángulos de emergencia y las nuevas luces de la DGT para intentarlo con ruedas de repuesto. Fran Martínez ante tiro a gol de Bernal y Ayoze ante Callejón salvaron defensivamente en las más claras de los marbellíes, que sintieron alivio cuando Jesús Fortes erró una contra de libro espectacular.

Pero si no era en esa, iba a ser en otra. Y además, con Karim como protagonista, exponiendo su potencial en diagonales y contras. En una acción rápida recibió en la izquierda y Edu Ramos le derribó dentro del área claramente. Con el trauma de La Condomina todavía presente, surgieron mil dos cientos nudos en la garganta al ver a Karim coger el balón y a Sandroni evitar la petición de otros jugadores por lanzar. Sin embargo, el africano chutó con la potencia y precisión que se le presume a un lanzador de penaltis para lograr su tercera diana con el Yeclano.

El día estaba siendo tremendamente bonito, quizá viviendo muy por encima de las posibilidades de los azulgranas, y el tramo final todavía hubo emoción y más de un “árbitro la hora”. Rafa Tresaco remató a gol un centro desde la derecha para recortar diferencias y Alberto Oca acabó expulsado por un colegiado cuyo criterio en la primera amarilla al almanseño no fue el mismo que aplicó en cuatro o cinco acciones de los visitantes.

Y sin tiempo para más, el Marbella salió cabreado por el contratiempo pero confiado en su gran y potentísima escudería para solventar este mal trago cuanto antes. Por su parte, el Yeclano disfrutó con su gente de la dignidad hecha equipo, del resurgimiento de la magia entre la afición, y de la proeza que supone el seguir con vida eludiendo una semana más un abismo que seguirá ahí la semana próxima y al que caerán el domingo que viene o los azulgranas o el Decano del fútbol español, o los dos.