El UCAM Murcia no aprende de los errores. O eso está demostrando en esta efímera segunda vuelta. Que Salmerón era un entrenador conservador ya lo sabíamos. Ya lo había demostrado durante su primera etapa en la casa universitaria y también en el periodo en el Real Murcia. El estilo de juego es más que parecido al de esas etapas. Lo único que cambia es lo más importante: los resultados. En esas dos etapas sí se veía cómo el equipo era capaz de competir desde la defensa y ahora todo lo contrario ya que el equipo, a pesar de tener un nivel medio aceptable sufre desconexiones que le hacen encajar goles de la manera más sencilla posible. Y es que la fórmula de Salmerón no está funcionando y el UCAM ya acumula cinco partidos consecutivos sin ganar con un pobre bagaje de tres puntos de los últimos quince.

Lo sucedido en el Besoccer La Condomina ante el Betis es difícil de explicar porque el UCAM Murcia fue capaz de firmar, seguramente, los mejores primeros 25 minutos de la temporada ante el Betis Deportivo. Consiguió dominar al filial a través del balón. Todo pase tenía sentido y se sucedían las ocasiones. Johan se pareció al de principios de temporada y no dejó de crear peligro en este tramo de partido. Dos claras generó el lateral. La primera, con un disparo suyo y posteriormente habilitando con un gran centro a Jordi Sánchez que sirvió para que Rebollo se luciera con una gran estirada. La máquina parecía engrasada y el UCAM estaba haciendo realmente un gran trabajo. Las sensaciones eran inmejorables y el gol no tenía que tardar en llegar si atendemos a la lógica, aunque en este deporte, esa palabra de poco vale. No fue el caso esta vez pues los de Salmerón consiguieron ponerse por delante gracias a un cabezazo de Josete Malagón bajo palos. Centró Alberto Fernández, peinó Charlie en el primer palo y el central que ayer no fue central sino cierre, introdujo la pelota dentro de la portería y adelantar así a los universitarios.

Todo parecía inmejorable. El UCAM estaba jugando de maravilla y ganaba justamente ante un Betis que lleva sin perder desde la primera jornada de liga. A partir de ahí, los de Salmerón fueron perdiendo fuelle poco a poco y no se siguió jugando de la misma manera. Se cedió el esférico al Betis y la línea de presión bajó un punto. Y desde ese mismo momento ya se veía que algo bueno no iba a suceder. Es aquí donde entra la figura de Salmerón. ¿Fue el planteamiento o el empuje del Betis al verse por debajo? Ahí está el quid de la cuestión. El estilo de juego cambió y el repliegue le funcionó al UCAM durante la primera mitad, pues el Betis no conseguía entrar por ningún sitio. LA entrada de Josete como mediocentro defensivo y la dupla Charlie Dean-Admonio funcionó tremendamente bien. De hecho, pudo ampliar la renta el equipo universitario gracias a un gran esfuerzo de Alberto Fernández, que presionó a Rebollo e interceptó el despeje del arquero. Por muy poco no se fue el UCAM con dos de ventaja el descanso.

El UCAM, antes del bajón que iba a sufrir en en la segunda mitad, tuvo cinco minutos buenos tras la reanudación que pudieron decidir el encuentro. Tuvieron dos ocasiones clarísimas. La primera, un disparo de Alberto Fernández que se marchó por muy poco y la segunda, tras un centro de Liberto que cabeceó Charlie Dean. También se marchó rozando el palo. Y tras esto comenzó el declive. El Betis ya se había adueñado casi por completo de la posesión pero tenía el mismo problema que en la primera. No conseguía romper el entramado defensivo del UCAM Murcia. Los universitarios estaban realizando un partido sólido en defensa, mucho mejor que en los anteriores. Pero algo no iba bien y Salmerón lo sabía. El Betis, pese a no estar llegando con claridad, iba poco a poco acorralando a los azuldorados en su propia área y daba la sensación de que en cualquier jugada podría llegar el gol visitante. Movió el banquillo José María Salmerón, sacando a Javi Moreno y a Pablo Espina por Liberto y Buyla. No le estaba gustando a Salmerón lo que veía en el campo y cambió el esquema del 4-3-3 al 4-4-2. Pero no consiguió mitigar el dominio verdiblanco y pasó lo que suele suceder cuando un equipo se repliega tan pronto en un partido de fútbol. En una buena jugada de Juan Serrano, centró por la banda derecha y puso un centro medido a la cabeza de Raúl García para que hiciera las tablas. Se veía venir y así fue. Y no hay más explicación que el UCAM empezó a hacer mal lo que al principio del partido estaba haciendo bien. Quizá por autocomplacencia de verse con el resultado a favor o por creer que solo defendiendo desde el minuto 50 podrían ganar. En cualquier caso, el Betis empató el partido y volvieron a aparecer los fantasmas.

Tras la igualada, el equipo dirigido por Manuel Ruano olió la sangre y se lanzó a por la victoria ante un UCAM descompuesto. Seguía atacando incluso con más ferocidad que antes del gol. Los de Salmerón se defendían con los once jugadores en su campo y el Betis hacía lo propio con prácticamente todos los jugadores en campo rival. Nadie se explicaba lo que estaba sucediendo en el terreno de juego. Cómo podía ser que un equipo desapareciera en un periodo tan corto de tiempo. El equipo no era capaz de reaccionar y era el Betis el que quería llevarse los tres puntos. Para colmo, Jordi Sánchez, que había sido unos de los fichajes de invierno que mejor estaban rindiendo, se tuvo que marchar lesionado en el minuto 75.

Afortunadamente para los intereses del UCAM Murcia, apareció con la capa puesta Javi Moreno en el papel perfecto de revulsivo. Sus continuas internadas parecieron despertar al equipo. Y es inexplicable que este jugador no tenga más protagonismo en todos los sentidos. Es un jugador que sería titular en cualquier equipo de Segunda B y que ayer demostró que quiere más minutos. Que no se conforma con ser el revulsivo. Desbordó con sus clásicas diagonales desde la banda derecha hacia adentro, se asoció con Romera y Tropi a la perfección y provocó alguna que otra falta peligrosa en el borde del área. En definitiva, cambió el rumbo del equipo en el tram final y gracias a él, el UCAM subió su nivel y acabó en la portería visitante buscando los tres puntos. Sacaron fuerzas los universitarios y fueron a buscar lo que hubieran sido tres puntos vitales. Lo intentó hasta el último minuto el equipo universitario, que acabó más volcado que los visitantes y la tuvo en el minuto 90, con una falta muy peligrosa en la frontal del área. Isaac Aketxe cogió carrerilla sabiendo que ahí estaba la victoria pero el disparo le salió muy centrado y Rebollo repelió de puños. Finalmente no hubo suerte y el UCAM sigue inmerso en una mala racha en la que no consiguen ganar. Iban líderes indiscutibles hace muy poco tiempo y ahora tienen al Linares a cuatro puntos. La única noticia positiva es que siguen segundos gracias al gran colchón acumulado en la primera fase de la temporada. Eso sí, el Betis sigue con un partido menos y en caso de aprovecharlo les adelantaría. El tiempo se agota y la tabla se ajusta. Se acerca el momento de los valientes.