Se había llevado todo con la máxima disciplina, pero el positivo de un empleado del hotel Grand Hyatt de Melbourne, donde se alojaban 160 tenistas, causó el miércoles un cisma en la burbuja tenística australiana. Los torneos previos se detuvieron ayer como medida de prevención, pero las pruebas dieron negativo y ya regresó la actividad durante este viernes. Si no hay contratiempos graves indeseables, el Abierto de Australia empezará el lunes con Carlos Alcaraz, que ayer dio negativo en los test y que pudo volver a entrenar, entre sus participan.

Los medios australianos desvelaron ayer que el trabajador del hotel causante de la última movida se contagió de coronavirus en una fiesta celebrada el pasado domingo en el hotel View para celebrar el final de la cuarentena de los tenistas en Melbourne. Al tratarse de una fiesta, se teme que haya más casos, pero de momento ningún tenista profesional o acompañante ha dado positivo en los PCR.

Entre los negativos figuran, por ejemplo, Roberto Bautista y Pablo Carreño, que disputaron el duelo ante Grecia de la reanudada ATP Cup. También el joven murciano Carlos Alcaraz, una de las sensaciones del inicio de la temporada tenística y que esta pasada madrugada disputó su partido de octavos de final ante Thiago Monteiro en el ATP 250 Great Ocean Road Open. Y si logra una victoria, solo unas horas después disputaría los cuartos de final ante el ganador del partido Jordan Thompson-Mario Vilella. Un reto mayúsculo a nivel físico si se tiene en cuenta que el tenista de El Palmar ha estado quince días confinado en una habitación.

Rafa Nadal, por su parte, no precipitó su retorno por sus molestias en la espalda. «No estoy fatal, pero tampoco lo suficientemente bien. Estoy haciendo tratamiento y confío en que las cosas vayan a mejor, pero aún no estoy listo. Hay que ver el día a día», explicó el astro balear.

Todas las miradas se centran en el primer Grand Slam. «Tenemos la absoluta seguridad de que el Abierto de Australia seguirá adelante con las fechas marcadas», dijo Craig Tiley, director del torneo, que debe celebrarse entre el 8 y el 21 de febrero y que retrasó al día de hoy la celebración del sorteo de esa fase final.