Se le pedía, se le exigía y por fin ha llegado. El Jimbee Cartagena saca las garras y demuestra que puede aspirar a todo después de vencer en un poblado Palacio de los Deportes en sus gradas a un Levante que llegaba en segundo puesto. Los de Duda se deshicieron de los granotas en un serio partido y acechan el liderato después de haber encadenado cinco victorias consecutivas.

Comenzó el partido a la altura de lo esperado y sabiendo lo que se estaban jugando. Los dos equipos salieron muy intensos y no tardaron en llegar las primeras oportunidades en ambas porterías. No tuvo que avisar mucho el Jimbee para encontrar la recompensa. Avellino llegaba en situación de ventaja, trató de filtrar el pase que fue taponado por la defensa y en el rechace, al intentar buscar la portería, el balón fue desviado por la mano de un defensor que llevó al colegiado a pitar penalti. Fran Fernández asumió la responsabilidad y disparó batiendo por bajo a Fede a la perfección. Estuvo muy activo bajo palos Chemi evitando algunos acercamientos, y también con las continuas salidas a campo contrario con las que logró crear alguna acción de peligro. Sin embargo, lo que iba a llegar iba a ser el empate de Levante. Jorge Santos lograba batir al guardameta mazarronero para igualar el marcador.

El partido fue caldeándose poco a poco sobre la pista con los continuos rifirrafes de los jugadores y el Levante trató de ponerse por delante. La más clara la tuvo a través de un disparo de Rivillos que se estrelló en el palo. También repelió la madera el disparo de Juanpi en una falta tocada en corto para que el de Campos del Río la pusiera en la cruceta y mandara el partido en empate al descanso.

En la segunda parte se vio la versión más eficaz y cerca de la más alegre del Jimbee. El conjunto de Duda salió desde el principio a por la victoria aunque el cuadro visitante iba a disponer también de alguna oportunidad. Tal fue la contra lanzada por Rivillos que terminó con un potente disparo cruzado que se marchó rozando el palo. Sin embargo, no iba a tardar en llegar el tanto del Jimbee. Andresito recogía un balón en posición favorable y picaba la pelota por encima de Fede para poner por delante al conjunto local. A partir de ahí, y en medio de un partido revuelto y tenso, el Levante trató de volver a empatar con ocasiones aisladas y el Jimbee olió sangre. El tercero llegó por mediación de Chemi con un disparo desde la altura del doble penalti que rebotaba en un defensa y se colaba en la portería.

Con el Levante jugando de cinco y a la desesperada terminó llegando la sentencia. Lucao y Waltinho hacían el cuarto y quinto, respectivamente, y sellaban la quinta victoria consecutiva del conjunto de Duda, que asalta la segunda plaza y comienza a postularse como uno de los favoritos para aspirar a todo.

Fue quizá incluso más llamativo que el propio encuentro. La noticia no estaba en el parqué -qie también-, sino a su alrededor. Por una vez los ojos estuvieron casi más puestos en la grada que en la pista. La afición volvía al Palacio de los Deportes de Cartagena después de nueve meses. La última vez que pudieron presenciar un encuentro en directo fue el 29 de febrero ante Inter Movistar. Aquel día, con una derrota en el bolsillo, los aficionados no sabían que iban a tener que esperar tanto tiempo para volver a disfrutar de un partido de su equipo.

Por eso, ante Levante disfrutaron y sufrieron de lo lindo como hacía mucho que no podían. Y lo hicieron siguiendo a rajatabla el protocolo marcado. Animaron sentados en todo momento, cantaron con la mascarilla puesta y disfrutaron del 'nuevo fútbol sala' con un asiento de por medio con el 'compañero' de butaca.

Diferente forma de ver el partido, pero misma pasión fue la que tuvieron los alrededor de novecientos abonados que pudieron acceder al recinto. De hecho, ya desde fuera notaron esos cambios, ya que uno por uno fueron accediendo a través de los tres accesos establecidos para evitar las aglomeraciones mientras los encargados de seguridad por parte del club les tomaron la temperatura.

Llegaron con cuentagotas, pero poco a poco dieron algo de color a las gradas y se hicieron notar cuando el equipo más lo necesitaba, cuando no estaban de acuerdo con las decisiones arbitrales y cuando tocó celebrar un tanto de uno de sus jugadores.

Porque ayer el Palacio de los Deportes volvió a vestirse de gala para parecerse algo más a lo que suele ser habitual.

Como desde el club y desde el Ayuntamiento se insistía, el comportamiento de los aficionados fue clave para que se pueda producir una vuelta progresiva a los eventos deportivos.