Hace algo más de un mes, las Comunidades Autónomas y los responsables de algunas federaciones hicieron fuerza para conseguir que el Consejo Superior de Deportes no estableciese como obligatorio la realización de test de detección del coronavirus durante el desarrollo de las distintas competiciones deportivas no profesionales. El CSD, pese a estar en contra, se limitó a recomendar esas pruebas, pero sin obligar a nadie a llevarlas a cabo dado el coste económico que ello conlleva y que muchos clubes consideraron inasumible. Pocas semanas después, la Asociación de Futbolistas Profesionales y la Federación Española han llegado a un acuerdo para acabar con la 'barra libre' en el fútbol no profesional.

Modificando el protocolo publicado antes del inicio de las ligas en Segunda B y Tercera División, ahora la RFEF obliga a los clubes de esas categorías, además de a los conjuntos femeninos de Primera y Segunda, a someter a sus futbolistas a test de detección del coronavirus en los días previos a cada partido. Así, entre 72 y 48 horas antes de los encuentros, los futbolistas tendrán que pasar por 'boxes' como medida para garantizar su salud y el desarrollo de la competición.

A partir de este momento, el Real Murcia, que la pasada semana por ejemplo acudió a Prevemur para realizar test con motivo de un comienzo liguero que finalmente no tuvo lugar, UCAM Murcia, Lorca Deportiva y Yeclano, que ya venían llevando a cabo pruebas médicas de ese tipo, tendrán que aumentar el número de repeticiones, llevándolas a cabo cada semana. También afectará esta decisión a los equipos que militan en el Grupo XIII de Tercera División, que verán aumentar todavía más sus gastos en una temporada en la que apenas tienen ingresos por el cierre, por ahora, de los recintos deportivos al público. La modificación del protocolo federativo llegará igualmente al fútbol femenino y al Alhama Féminas. Además, ElPozo y el Jimbee, de la Primera de fútbol sala, igualmente tendrán que aumentar el número de pruebas médicas a su plantilla.

Para ayudar a la financiación de todos estos test, la Federación Española de Fútbol informaba ayer que ha puesto a disposición de jugadores y árbitros de Segunda B, Tercera, Primera femenina, Reto Iberdrola, Primera y Segunda de fútbol sala y resto de competiciones de ámbito estatal 353.500 pruebas de antígenos, equivalentes a una aportación económica de 1,6 millones de euros. También la AFE -Asociación de Futbolistas Españoles- ha querido poner su granito de arena, destinando una ayuda de 640.000 euros que podría aumentarse en los próximos meses.