­

Nadie en el Real Murcia sabe cómo será la próxima temporada en Segunda B. Ningún responsable del UCAM tiene idea de cuándo comenzará el curso. Tampoco los directivos del Yeclano conocen la fecha en la que el balón volverá a rodar en La Constitución. En el Lorca Deportiva no tienen ni confirmado si podrán jugar en la división de bronce al estar en manos de un juez de Competición por no comunicar un positivo por coronavirus.

No son los únicos. Nadie sabe nada en el Hércules. Ni en el Marbella. Ni en la Cultural Leonesa. Ni en el Recreativo de Huelva. En el mismo limbo informativo están el Córdoba, el Racing de Santander o el Cornellá. Hasta 102 clubes, a las puertas de disputar una de las temporadas más importantes de su historia por la reestructuración de la categoría que se va a llevar a cabo, encadenan ya más de un mes sin saber qué hacer, más de cinco meses sin tener información de lo que va a ocurrir.

Mientras unos comenzaron a entrenar a principios de agosto, como el UCAM; otros, como el Real Murcia, se han ido incorporando después de varios intentos en balde. El Yeclano, por su parte, espera empezar mañana jueves. Incluso hay equipos que todavía se mantienen en un ERTE, con futbolistas que acabaron contrato el 30 de junio, como ocurre en el Lleida, donde insisten que la temporada 19-20 todavía no ha terminado al estar pendientes de un proceso judicial.

Algunos, como el Hércules, ya han confirmado su primer amistoso de pretemporada. ¿Amistosos de pretemporada? ¿Pero están prohibidos, no? Depende. La Federación Española no los permite, la Federación Valenciana, al tener ya su propio protocolo, sí los autoriza, y por ello, mientras que clubes como el Real Murcia, el UCAM o la gran mayoría están atados de pies y manos a la espera de que se haga oficial la normativa de seguridad sanitaria para avanzar en la pretemporada; los herculanos saltarán al terreno de juego el 2 de septiembre para enfrentarse a la selección de la AFE en las instalaciones de Oliva Nova Sport Center.

No saben los responsables de los clubes por dónde seguir. Están anunciando fichajes sin tener claro si la competición se disputará. Están abandonando los ERTES sin poder afirmar que la decisión es la acertada. No son los únicos afectados. Los entrenadores y los jugadores, pese a tener la mayoría contratos profesionales, se sienten menos profesionales que nunca por el trato de la Federación Española, que se empeña en devaluar una competición que ya de por sí es la ruina.

El 26 de julio se puso fin al play off de ascenso a Segunda. Ha transcurrido ya un mes, pero los clubes siguen sin noticias del organismo presidido por Luis Rubiales. La última información que tienen es del 10 de agosto. Aquel día, la RFEF emitía un comunicado prácticamente vacío. «Es completamente falso que la RFEF haya propuesto retrasar el inicio de las competiciones deportivas al mes de enero», decían, agarrándose a la necesidad de elaborar un protocolo sanitario para proteger a los implicados en el inicio de la competición.

Ese 10 de agosto, se encontró en la falta de protocolo la excusa perfecta para no dar ni un detalle de cómo se desarrollará una competición que, según se informó en mayo, será reestructurada. Ese día, para añadir más leña al caos, la RFEF sí anunció su decisión de echar más piedras en la mochila de una competición que pasará de 80 a 100 equipos. El organismo, que tras la suspensión anticipada de la temporada 19-20 ya enfadó a muchos clubes al decretar que no habría descensos, regalaba ahora dos plazas más al no poder llevarse a cabo dos partidos del play off de Tercera. Así, el Lealtad de Villaviciosa, el Alcoyano, el Linares y el propio Marino dan el salto sin necesidad de jugar.

No había protocolo el 10 de agosto, cinco meses después de que se suspendiera la Segunda B por el crecimiento del coronavirus. Tampoco hay protocolo el 25 de agosto, un mes después de que acabara la disputa del play off exprés de ascenso a Segunda. Y, por ahora, la Federación Española no ha fijado ninguna fecha para dar a conocer una información que llegará cuando la mayoría de los equipos ya han empezado a trabajar intentando asesorarse de forma privada e independiente.

La pelota la envió Rubiales al tejado del Consejo Superior de Deportes. El 19 de agosto el organismo gubernamental devolvió el balón. En otra nota prácticamente vacía se limitaba a pedir que las federaciones y las comunidades autónomas se sentasen en la misma mesa para seguir optimizando e implementando el contenido de los protocolos sanitarios ya existentes.

Seis días después, la RFEF sigue en silencio. Por no haber no hay ni las típicas filtraciones que suelen ir dejando entrever qué sucederá finalmente con la Segunda B. Si Luis Rubiales y su equipo está trabajando en cómo se dibujará la competición en la campaña 20-21 nadie lo sabe. Las últimas informaciones relacionadas con el presidente de la Española no están vinculadas a la división de bronce, tampoco al fútbol no profesional. Los titulares relacionados con el canario se refieren a la ya habitual guerra con la Liga.

Mientras los clubes de Segunda B sienten que la ruina está más próxima que nunca, que la competición se devalúa cada día que la temporada 20-21 está olvidada en un cajón de Las Rozas, el cabeza visible de la RFEF anda a golpes con Javier Tebas. El lunes el diario Marca publicaba la carta emitida por la Federación a la LFP en la que se prohíbe que se sortee el calendario de Primera División y de Segunda.

Aunque las dos primeras categorías también dependen de la RFEF, ésta no tiene el poder real para tomar decisiones. Ayer mismo el CSD paraba los pies a Rubiales. El jueves se sentarán todas las partes en la mesa, y habrá calendario sí o sí. A la espera de ver cómo continúa la pelea, los clubes de Primera y Segunda tienen claro que el balón echará a rodar el fin de semana del 13 de septiembre.

Esa seguridad no aparece por ningún sitio en Segunda B. El caos se ha instalado en la división de bronce, que a día 26 de agosto no solo no tiene fecha de inicio sino que tampoco está claro si se lanzará la Liga Pro. Por no saber no se sabe ni qué ocurrirá con algunos equipos. Se desconoce si el Lorca Deportiva será castigado por su positivo por coronavirus, si el Fuenlabrada será descendido o si el Deportivo conseguirá su objetivo de mantenerse en los despachos en el fútbol profesional. El 'caso Fuenlabrada' está en boca de todos, pero hay otras incógnitas.

Pendientes del Córdoba

¿Estará el Córdoba el próximo curso en la división de bronce? La Federación, siguiendo la línea del silencio, no ha dicho ni mu. Y, pese a ir dejando pasar días y a ampliar el plazo de inscripción del 17 al 26 de agosto, nadie sabe por donde va a salir el organismo presidido por Rubiales. Es hoy el último día, por lo que en las próximas horas se hará oficial si la RFEF permite al Córdoba competir en la división de bronce con el nombre de Unión Futbolística Cordobesa después de la venta de la unidad productiva. Si la Española se ajusta a su propia normativa, los blanquiverdes quedarían fuera de la Segunda B. Habrá que esperar a ver qué ocurre, porque la resolución del 'caso Córdoba' puede agrandar todavía más el caos en una competición con demasiados frente abiertos.