La distancia en la tabla clasificatoria entre el equipo grana y el almeriense no quedó demostrada en ningún momento del partido disputado ayer en el Campus de Espinardo, demostrando los huércalenses mucho oficio y veteranía a lo largo de todo el choque. Con todo, en la primera parte los de Javi Motos tuvieron varias ocasiones de peligro para marcar, llegando el primer gol en el minuto 31, cuando Silvente recogió un balón largo de su portero y con mucha pericia le ganó el envite al defensa Sánchez, llevó el esférico hasta la línea de fondo y allí pasó a Pedrosa que, llegando desde atrás, marcó el gol grana. Tras la reanudación, el equipo de Antonio Alcázar apostó decididamente por el ataque. Cambió a varios jugadores de corte defensivo por otros más ofensivos buscando generar peligro en el área rival. Si bien esta permuta no significó más ocasiones de gol, sí produjo que el filial grana apenas pasara de su campo y que el juego estuviera muy embarullado en la zona de castigo del Imperial.

Prueba de ello fue el penalti que dio el empate a los almerienses. En el minuto 80 un balón que había rebotado en varios jugadores terminó impactando en la mano de Raúl Murcia de manera involuntaria. El colegiado señaló la infracción que anotó Campanas, sin que lo pudise evitar la estirada felina de Pepe, que sí detuvo en un primer instante el lanzamiento, pero el efecto giratorio de la pelota hizo que esta se acabase introduciendo en la portería.