El FSF UCAM Murcia ElPozo está viviendo una segunda juventud. El club que se fundó en 1988 bajo la denominación de Asociación Deportiva Olimpia y que llegó a conquistar dos títulos de liga nacionales y tres Copas de la Reina, pasó por una particular 'travesía del desierto' que le llevó a 'desaparecer' de la primera línea para regresar con fuerza y nuevas ilusiones. Su alma mater de los primeros tiempos, Margarita Cuberos, cedió el testigo hace nueve temporadas a Miguel Sánchez, el gran impulsor de la cantera masculina de ElPozo, quien acompañado por un grupo de colaboradores, entre los que se encuentra Josefa Almarcha, su mujer y presidenta en la actualidad del club, decidieron dar un nuevo impulso a un proyecto que se había quedado 'tocado' por culpa de la crisis. Pero después de unas campañas en División de Plata y de reconstruir el club apostando por las jugadoras de la Región, afronta en la campaña 2018-2019 su tercer curso consecutivo en la máxima categoría, donde el plantel que dirige Juan Alcaraz está instalado en los puestos nobles de la clasificación y con aspiraciones de seguir creciendo pese a haber perdido durante estos años a chicas que han recalado en el Jimbee Roldán, como el caso de la internacional Consuelo Campoy, o que han emigrado a otros puntos del país, como la torreña Cristina Pérez Gil, que milita en el actual líder de la clasificación, el Burela Pescados Rubén, y Marta Pelegrín, en el Futsi Navalcarnero.

El primer equipo del UCAM ElPozo, integrado casi en su totalidad por jugadoras de la Región, algunas de ellas en edad juvenil, como las mellizas Toñi y Loli -la primera de ellas logró la medalla de bronce con la selección española en los Juegos Olímpicos de la Juventud-, o la internacional absoluta Noelia Montoro, quien se ha convertido en asidua de las convocatorias de la seleccionadora nacional, se ha instalado en la séptima plaza con nueve jornadas disputadas y pese a que en su figuran tres juveniles y dos cadetes.

Para reforzar aún más su estructura, el club firmó el pasado verano un convenio de colaboración con La Algaida de Archena, que se ha convertido en su filial y está desarrollando un brillante papel en Segunda División tras militar todas sus jugadoras el pasado curso en Preferente regional.

«La filosofía del club es tirar de gente de la tierra y traer a jóvenes de fuera con proyección, como hemos hecho esta temporada con dos chicas de Zaragoza», afirma Miguel Sánchez, coordinador de la entidad, quien añade que una de las claves de los buenos resultados es que «hace unas campañas, muchas de las componentes de los dos primeros equipos, estuvieron compitiendo hasta infantiles con niños, lo que ha provocado una generación de jugadoras muy fuertes».

Además, el equipo juvenil está compuesto por cadetes y el club también tiene un alevín que participa en interescuelas. En total, casi medio centenar de chicas integran la disciplina de un club que juega sus partidos en los pabellones Cagigal y Aljucer, y que tiene la sede de su escuela en el Narciso Yepes. Y todo ello con la colaboración de la Universidad Católica San Antonio, que aporta becas de estudio, y ElPozo, donde los dirigentes del club encontraron en Tomás Fuertes el apoyo necesario para seguir creciendo y poder vivir así una segunda juventud.