A grandes males, grandes remedios. El técnico del Real Murcia, Manolo Herrero, así podría justificar la celeridad que tuvo su proyecto en el arranque del mercado de fichajes, y la posterior ausencia de refuerzos en lo que ha sido prácticamente un mes en el que solo se ha anunciado la incorporación del extremo Jesús Alfaro.

Si bien el entrenador jiennense ha podido trabajar con la gran mayoría de la que será su plantilla en la próxima competición, Herrero sigue manteniendo la necesidad de disfrutar de dos o tres fichajes en la parcela defensiva. En todo caso, el preparador murcianista ha sabido aprovechar el tiempo e ir compenetrando a su plantel tras un mes en el que ha alternado sesiones con una alta carga física, la habitual en pretemporada, y el trabajo con balón.

Es por ello que tanto las sensaciones desprendidas por el equipo, como los resultados más recientes de esta preparación estival, han satisfecho las exigencias tanto de Manolo Herrero como de la propia afición. El Real Murcia, acorde a lo que se espera de un proyecto en el que solo vale ser primero de grupo y ascender, empieza a parecerse a lo que quiere su técnico. Y así lo han demostrado los granas en esta última semana de pretemporada, con un empate ante el Al Fayha saudí, y dos triunfos en los que plasmaron una importante superioridad ante equipos como el FC Jumilla y El Ejido, conjuntos a los que se medirá a lo largo del curso en el Grupo IV.

Manolo Herrero, con el avance de la preparación, ha ido conjugando lo que podría ser un once titular de cara a la primera jornada de Liga. La alineación formada por el jienense frente a El Ejido, con Mackay en portería; José Ruiz, Charlie Dean, Dani Pérez y Forniés en defensa; Maestre y Miñano en el doble pivote; el canterano Josema y el último fichaje Alfaro en las bandas; Aquino en el enganche, y Víctor Curto en punta, rayó a gran nivel durante los sesenta minutos de los que disfrutaron sobre el césped ante el conjunto andaluz.

Tras ese encuentro, son varias las conclusiones que se pueden ir extrayendo tras un mes de pretemporada. La principal, y la que Manolo Herrero más destaca, es la compenetración adquirida por la defensa. Ya son cuatro los encuentros en los que José Ruiz, Charlie Dean, Dani Pérez y Forniés han formado la línea defensiva del equipo grana, lo que ha permitido a este cuarteto disputar muchos minutos (más de 200) sobre el césped en los amistosos y «compenetrarse mejor de cara a la temporada», según manifestó el propio técnico murcianista.

Por tanto, ante la urgente necesidad de Herrero por disfrutar de un mayor número de efectivos en la retaguardia, el entrenador andaluz ha podido armar con el suficiente tiempo la que será, salvo sorpresa, su defensa para el próximo debut liguero frente al Atlético Sanluqueño. En todo caso, la paciencia de Herrero contrasta con la necesidad de firmar a nuevos defensas. Un contratiempo en forma de lesión o sobrecarga muscular (como la que sufrió el pasado sábado Víctor Curto) podría frenar el buen trabajo realizado durante la preparación. Pese a que el presidente, Víctor Gálvez, anunciaba hace unos diez días que dos centrales como Adrián Jiménez, del filial del Atlético de Madrid, o Ricardo Carvalho, del Benfica B, serían los próximos en unirse al proyecto junto con Alfaro, lo cierto es que esos refuerzos siguen sin llegar pese a la insistencia de Herrero en recalcar sus necesidades tras cada encuentro amistoso.

En todo caso, Herrero sigue efectuado pruebas, como han sido la implantación de un doble pivote en el que acompañaba a Maestre de Miñano para favorecer la salida de balón, o la gran cantidad de minutos otorgados a un canterano como Josema, que ha encandilado a su técnico gracias a su trabajo partiendo desde el costado diestro, y gozando de más minutos sobre el césped que jugadores como Héber Pena o Julio Delgado. Josema ha demostrado en un mes de pretemporada que tanto las soluciones como la calidad pueden estar en la propia casa.