Síguenos en redes sociales:

Antonio Rodríguez: "Ganar un partido de fútbol no me suponía tanto como vencer un combate"

"Estuve tres años apartado de la competición y volví para divertirme, pero ahora tengo retos importantes"

Antonio Rodríguez: "Ganar un partido de fútbol no me suponía tanto como vencer un combate"

¿Cómo llegó usted al deporte?

En el colegio donde estaba, el Torre Salinas, daba clases de lucha el presidente de la Federación Murciana (José María López Gullón) y desde pequeño siempre quise hacer ese deporte, pero también se dio la circunstancia de que mi hermana y mi cuñado estaban ya metidos. Hubo un período donde jugaba al fútbol, pero me decidí por la lucha porque veía a mi cuñado, que era campeón de España, y a mi hermana y quería hacer lo mismo que ellos.

Entonces cambió el fútbol por la lucha.

Sí, pero en ningún momento estuve indeciso. Pasé de un deporte donde hay mucha gente, donde no están atentos a ti y tienes que ganártelo, a estar en lucha, donde eres parte de un equipo pero compites en solitario.

Le gustaba ser protagonista, aunque las victorias y las derrotas son individuales.

Sí, pero me gusta bastante eso, porque la sensación es distinta. A mí ganar un partido no me suponía tanto como vencer en un combate. Hay que trabajar mucho más para ganar un combate que un partido de fútbol, porque nosotros tenemos competiciones cada cierto tiempo y los encuentros son cada fin de semana.

¿Qué cualidades hacen falta tener en la lucha para ser superior a los demás?

Sobre todo tener buena gente entrenando contigo. En las cualidades entran una serie de factores tremendos, ser fuerte y tener fondo, pero si no eres completo, no llegas. Si eres fuerte y no tienes técnica, es imposible. Pero lo más importante es la técnica, repetir muchas veces.

Como el golpe de revés del tenista, que hay que hacer cien mil veces para que salga bien.

Así es. Yo he tenido muy buenos entrenadores, pero hubo uno que llegó y que nos cambió la rutina. Pasamos de entrenar todos los días físico a hacer una técnica durante cinco meses y cinco horas al día.

¿Y no se aburrían de eso?

Pues sí que nos aburríamos mucho, pero en los campeonatos veías que lo hacías, que resultaba fácil y daba resultado. Nos dimos cuenta de que eso era efectivo.

Imagino que no vive de la lucha.

No me cuesta mucho dinero porque es barato. Teniendo unas botas y un sitio donde entrenar, puedes hacerlo.

Pero usted está trabajando y estudiando. ¿Qué le mueve para seguir?

Porque siempre me ha gustado, pero cuando tuve que dejarlo un tiempo por la universidad, siempre algún día lo echaba de menos y tenía que ir a entrenar para recargar las pilas. Estuve tres años sin ir a un Campeonato de España, alejado de la competición porque entre el trabajo y estudiar no tenía tiempo.

¿Por qué regresó a la competición?

Porque se hizo en Murcia el Campeonato de España y a veces iba a entrenar. Coincidió que nos pusieron un horario que era fácil para mí y me animé. Y resultó que me quedé por primera vez campeón de España senior, porque con anterioridad solo lo había logrado en categoría júnior. Vi que mis rivales no se han escapado de mi nivel pese al tiempo que he estado fuera. La sensación que tengo no es que he vuelto, sino que nunca me he ido.

El problema no es ser el mejor de España, sino brillar a nivel internacional porque el nivel es alto.

Ya no solo porque fuera sea difícil, sino porque el presupuesto de la Federación es limitado. Además, dentro de los mejores, tienes que ser el mejor para que te den la oportunidad de competir fuera. Es un círculo, porque un luchador, donde debe ser bueno, es en el extranjero, cuando se enfrenta a rivales desconocidos.

¿Y con qué objetivo ha vuelto?

He venido a divertirme, pero una vez que he regresado me han convocado para los Juegos del Mediterráneo. Esa era mi ilusión que ya es una realidad; ha sido todo muy rápido. Cuando me proclamé campeón de España pensé que eso se iba a quedar ahí, que ya no había nada más, pero inmediatamente me comunicaron que estaba citado y ahora estoy luchando para conseguir algo bonito.

¿Y cómo compagina estudios, deporte y trabajo?

Con los estudios estoy súper agobiado en estos momentos porque trabajo siete horas al día. Además, tres días a la semana como allí y me voy directamente a entrenar. Pero después, cuando acabo, me marcho a la biblioteca, pero he pasado de tirarme todas las tardes estudiando a tener solo dos o tres horas, por lo que he tenido que reducir el número de asignaturas. En El Corte Inglés (trabaja en la sección de bricolaje) me han dado todo tipo de facilidades y mi compañero Víctor Hugo García Núñez ha propuesto hacer él todo el año el turno de tarde para que yo pueda ir a entrenar. Sin eso sería imposible.

Pero es que todo esto ha sido sin planificarlo.

Sí, ha sido inesperado, pero tengo 25 años y no lo había dejado totalmente. Lo he cogido con muchas ganas y durante el tiempo que estuve fuera siempre tuve la tentación de ir a competir aun sin estar preparado. Pero claro, los torneos son los sábados, un día en el que yo trabajo, y tenía que pedir libre. En realidad nunca dejé de competir porque siempre he estado en el Nacional Universitario.

¿España un país difícil para ser luchador?

Sí porque hay poca afición y es un deporte donde cuando más mejoras es entrenando con gente variada, y si no hay deportistas es complicado. En Murcia tenemos la suerte de contar con unos entrenadores muy buenos. A mí me propusieron hace años irme al CAR de Madrid y rechacé esa posibilidad porque aquí estaba el entrenador que me había hecho campeón de España.

¿No hay muchos luchadores ya veteranos?

Los luchadores españoles son gente con mucha experiencia. Internacionalmente un luchador de 28 años es mayor, pero en España es cuando ha acumulado el bagaje para llegar a eso. Aquí hay gente con 35 o 40 años, como Joaquín Martínez, que sigue ahí. Al último campeonato que salí a Bulgaria yo era el niño del equipo.

¿Fuerza o técnica, cuál es su mejor cualidad?

No me considero, dentro de mi peso, de los más fuertes ni de los más grandes. El anterior campeón de España de mi peso es bastante más alto y fuerte que yo, pero mi constitución es así y siempre trato de imponer la técnica.

Pulsa para ver más contenido para ti