La Manga Club presenció una jornada majestuosa de tenis, al más puro estilo de las competiciones por equipos nacionales, como la Copa Davis o la Copa Federación. 1.500 espectadores acudieron al graderió de la pista principal, a la que se había añadido una grada supletoria para aumentar la capacidad. Por la mañana era una jornada festiva, con una buena temperatura, aunque el viento incomodaba tanto a las jugadoras como al público.

La más aclamada durante las presentaciones fue la yeclana María José Martínez. Sería buena noticia que la tenista local no tuviera que actuar en la pista, porque el doble ese el último punto de la eliminatoria y solo se jugaría si hoy el equipo español pierde los dos primeros partidos. María José Martínez apareció con su hija en la zona reservada al banquillo español. Hace más de una década, llegó a formar pareja de dobles con la actual capitana del equipo de Copa Federación, Anabel Medina.

También destacaba la presencia de Nicolás Almagro. El murciano aún no ha regresado a las pistas desde que se retiró de Roland Garros en un partido contra Juan Martín Del Potro. Pasó por el quirófano hace unos meses, y se espera que vuelva a la competición en las próximas fechas.

El día, que pintaba muy bien con el cómodo triunfo de Carla Suárez, empezó a torcerse en el primer set del partido de Garbiñe Muguruza. Cuando la hispano-venezolana sacaba para apuntarse la primera manga, una espectadora se desmayó en la grada y los servicios sanitarios acudieron rápidamente a socorrerla. El partido estuvo parado unos quince minutos, antes de que Muguruza se apuntara definitivamente el primer set.

Luego Montserrat González despertó y puso contra las cuerdas a toda una doble campeona de Grand Slam, en una tarde en que la jugadora paraguaya no olvidará en mucho tiempo.