No todo son buenas noticias en el Cartagena, a pesar de que se mantenga en la primera posición por décima jornada consecutiva. El tropezón ante el Villanovense no puede considerarse grave, ya que las circunstancias en las que se produjo no hacen tambalearse el modelo de juego que quiere su entrenador cuando el equipo juega a domicilio. Un error en las marcas defensivas supuso el tanto del equipo extremeño y que los tres puntos se quedaran en casa, aunque la sensación que ofreció el FC Cartagena hasta ese momento fue la de un bloque que estaba capacitado para haber ganado incluso con contundencia y relativa comodidad. No lo hizo porque le faltó acierto y ya se sabe que en una de las máximas del fútbol se dice que el que perdona acaba pagándolo.

Pero sí hay que aclarar que en este equipo que camina líder ahora por la jornada vigésimo cuarta hay algún pero, que puede poner en alerta a su entrenador, muy preocupado siempre por la contundencia defensiva.

El bloque albinegro ha perdido fuerza de medio campo hacia atrás, si lo comparamos con aquel otro equipo cartagenerista de la pasada campaña. Tanto es así que la media de goles recibidos en la jornada vigésimo cuarta de la 2016-2017 era de 0,71 goles por partido, mientras que la actual es de 1,04 tantos, lo que le ha llevado a estar en el puesto décimo en cuanto a goles recibidos, por debajo de equipos como Melilla, Real Murcia, Marbella, Granada B, Villanovense, Extremadura, Linense, Recreativo o UCAM Murcia.

Este hándicap le está provocando la pérdida de puntos muy importantes, como los del pasado domingo, o los padecidos ante el Melilla (2-0), Marbella (1-0) y Mérida (2-1). Además, se da el caso de que ha visto perforada su portería con dos o más goles en siete ocasiones, un dato a tener en cuenta en una categoría donde tanto castiga el gol del rival. Cuando ha recibido dos o más goles ha perdido en tres ocasiones, empatado en una y ganado en tres.

En esta segunda vuelta el equipo cartagenerista ha recibido seis goles en cuatro partidos y en las dos últimas salidas, además de recibir tres tantos, no ha sido capaz de ver portería.

Otro dato que no deja de ser llamativo es la aportación de los dos guardametas que están jugando esta temporada. Pau Torres aporta unos datos mucho más positivos que su compañero Marcos Morales, a pesar de que ha jugado más partidos que éste. El cancerbero ahora lesionado ha disputado enliga un total de 17 encuentros y recibido 14 goles, por lo que su media de tantos encajados es de 0,82 por jornada.

Por contra, Morales, que ha disputado siete choques, ha visto cómo su portería recibía gol 11 veces, que hace que su media se incremente en 1,57 por encuentro.

El club no se ha reforzado de medio campo atrás porque logró acabar con la sangría que sufrió en el arranque liguero, aunque ahora vuelve a asomar una debilidad que no deja de preocupar a su entrenador pensando en la fase de ascenso.