Síguenos en redes sociales:

Fin a una obligación que se ha respetado durante dieciocho años

La cita de 2015, convocada para el 18 de diciembre, quedó aplazada por la muerte de Jesús Samper

Fin a una obligación que se ha respetado durante dieciocho años

Desde que el Real Murcia se convirtiese en Sociedad Anónima Deportiva allá por marzo de 1999, la entidad grana no ha faltado un año a su cita obligada con los accionistas. Desde la mencionada fecha hasta el pasado mes de diciembre, ningún consejo de administración del club grana se ha saltado una cita que en las últimas temporadas se llevaba siempre a cabo a mediados del mes de diciembre.

Sin embargo, Raúl Moro solo ha necesitado un año para cargarse una reunión que incluso en 2015 fue convocada pese a que Jesús Samper estaba hospitalizado. No importó que los problemas de salud impidiesen la presencia del empresario, sus consejeros citaron a los accionistas el 18 de diciembre. Al fallecer el empresario esa madrugada, el acto quedó aplazado hasta el mes de marzo.

A lo largo de dieciocho temporadas ha habido juntas para todos los gustos. Las primeras de ellas fueron las más tranquilas. De hecho, en alguna ocasión, como en 2010, solo asistieron tres accionistas y la reunión se finiquitó en apenas 40 minutos.

Conforme se fue complicando la situación financiera y deportiva del Real Murcia, estas citas fueron creciendo en interés. También contribuyó a ello la ampliación de capital llevada a cabo en 2009 y que hizo que hasta seis mil aficionados adquirieran títulos.

La última Junta Ordinaria fue el 28 de diciembre de 2016. El gran atractivo de esa reunión fue el inicio de una nueva etapa. Guillermo Martínez Abarca y la mayoría de sus consejeros dimitían para dar paso al nuevo grupo inversor. Raúl Moro tomaba el control, pasando a ser el nuevo presidente.

Pese a vivir en primera persona aquella asamblea, el extremeño se ha olvidado de que está obligado a seguir convocándolas cada año. De momento, ya se ha saltado la de 2017.

Posiblemente el inversor esté acusando su desconocimiento y su inexperiencia en estas lides, de hecho sus antecedentes como empresario no son muy alentadores. Hasta el momento acumula más fracasos que aciertos, e incluso está siendo investigado por estafa en la gestión de una clínica dental.

Al presidente grana, que ya ha tenido que desconvocar una junta extraordinaria que no fue programada conforme a los estatutos, tampoco le están resultando de ayuda sus colaboradores. Al igual que Moro, Deseado Flores no conoce cómo funciona un club, algo que sí debería saber Cristina Bustillo, aunque visto el error que ha cometido la entidad en este caso, parece que la asistente grana -no tiene un cargo oficial, pero ejerce de directora general- no ha sido capaz de asesorar a los suyos, posiblemente por su desconocimiento de los estatutos y en celebración de juntas.

Pulsa para ver más contenido para ti