El Club Universitario Rugby Murcia es el decano de este deporte en nuestra Región. En las últimas temporadas, después de vivir días de vinos y rosas en la época de bonanza económica, dio un paso atrás para armar un equipo competitivo capaz de volver a la élite nacional. El pasado verano lo consiguió y ascendió a la División de Honor B, la segunda categoría nacional, con un equipo formado casi íntegramente por jugadores formados en su cantera. Pero la realidad económica ha puesto en aprietos un proyecto modesto. Sus dirigentes, con su jugador, entrenador y presidente Javier Jiménez a la cabeza, un joven murciano que llegó a jugar en Escocia, la cuna del rugby mundial, se lanzaron a la calle en busca de apoyos económicos para cubrir un presupuesto que solo contempla los gastos de los desplazamientos -juegan contra equipos de Valencia y Cataluña-.

«Esta temporada no hemos recibido ninguna ayuda oficial, ya que aún no están convocadas, no sabemos cuándo podremos contar con ellas y los gastos no esperan. Tan sólo son unas pocas empresas privadas ponen su granito de arena para todo un desierto», afirma Jiménez. La necesidad llevó a desarrollar el ingenio e inspirados en otros equipos, la mayoría de ellos femeninos -el Lorca Féminas de fútbol ya lo hizo el año pasado con un gran éxito-, decidieron acabar con los prejuicios y mostrar sus cuerpos en un calendario que se vende al precio de 10 euros, que irán destinados a sufragar algunos de los gastos que tienen para poder seguir jugando pese a que todos son jugadores amateurs: «Estamos muy contentos con el resultado físico del calendario, pero la verdad que es triste que un club que está compitiendo en este nivel, tenga que llevar a cabo iniciativas de este tipo para poder obtener un mínimo», añade Jiménez sobre el trabajo, que ha sido realizado por el publicista y fotógrafo murciano Víctor Vidal. Doce jugadores pasaron por sus focos en sesiones que se realizaron a contrarreloj: «Me plantearon la idea hace poco más de un mes. Ellos querían que las fotografías fueran con poses de rugby y yo les lancé mis ideas. Al final, se consolidó un proyecto homogéneo», explica el autor de las fotografías.

Vidal se muestra sorprendido por la facilidad y naturalidad con la que posaron la mayoría de los jugadores: «Me quedé fascinado por la facilidad con la que se abordó el proyecto. Algunos chicos, que son muy jovencitos, tenían reticencias para ponerse delante de la cámara, pero los vi muy bien. Hay varios tienen un pequeño don para posar», apunta el fotógrafo de 31 años de edad, quien también está echando una mano al club en la distribución del calendario, que se puede adquirir en su estudio, que está en la calle Jacobo de las Leyes número 10 de Murcia, y a través de su cuenta de Facebook (www.facebook.com/victorvidalestudio). El CURM Murcia también distribuye el mismo a través de sus cuentas en Instagram, Facebook y Twitter. Todo sea por seguir jugando al rugby.