La Hoya Lorca rompió la racha positiva tras perder contra pronóstico ante el Linense por 0-1. Los lorquinos realizaron un pobre partido, fueron superados por su rival, por lo que el resultado se puede considerar justo e incluso corto, ya que los andaluces fueron mejores. Las numerosas bajas en los de casa pasaron factura. Los que jugaron desaprovecharon una gran oportunidad de reivindicarse ante el técnico. Airam, Edu Alarte, junto a la penosa actuación de los centrales Mario Ramón y Grego Sierra, fueron decisivos para que su equipo jugara en inferioridad. Así como Rubén Martínez, Gassama o Francis Ferrón, que no aparecieron.

La Hoya Lorca solo se pareció en la foto a las actuaciones de las últimas jornadas. Es el momento de que Paco García empiece a mirar en el filial donde hay futbolista que a buen seguro estarán más comprometidos que los que están jugando.

Ambiente helado el que se vivió en el partido de ayer por la tarde en el estadio Artés Carrasco. Ni la buena trayectoria de La Hoya Lorca en cuanto a resultados ni el buen juego desplegado en las últimas jornadas, unido a que el choque fue televisado, animó al respetable a quedarse en su casa. Las gradas del recinto blanquiazul estuvieron menos pobladas que nunca. La entrada más pobre de la temporada.

El técnico hoyero, Paco García, se las vio y deseó para confeccionar un once. Hasta cinco bajas tuvo el preparador murciano para este choque. Poley, Pardo y Carlos Martínez estaban sancionados, mientras que Alcántara y Roberto Alarcón no pudieron jugar por lesión. El entrenador local dispuso de un medio campo inédito, con Edu Alarte y un lento y previsible Airam, que sigue aportando muy poco o nada. Mario Ramón reaparecía y dejó en el banquillo al lumbrerense Antonio López en el centro de la defensa.

La primera parte fue para olvidar. El ambiente frío de la grada contagió a los que estaban en el campo. Aburrimiento total. La Hoya Lorca pudo adelantarse en el marcador a los ocho minuto. Córner pasado que botó Alex Bernal y Pina, que jugó de lateral zurdo, disparó sobre la marcha, pero el cuero salió rozando el poste izquierdo de Lolo Soler. Ahí se acabó todo el bagaje ofensivo de los de casa. Dominaron, controlaron el juego, pero mostraron demasiada espesura de medio campo hacia adelante. No había claridad de ideas sobre todo por el buen hacer táctico del Linense, que tapó todas las líneas de pase, jugando sin prisa y con las ideas claras.

Los locales tuvieron otra clara oportunidad de adelantarse en el marcador en el minuto treinta y cinco. Gassama, un quiero y no puedo o no sé mas, realizó una buena diagonal, se plantó ante Lolo Soler, pero disparó excesivamente cruzado, saliendo el balón rozando el poste.

Y hasta ahí. Se acabó el primer acto con más pena que gloria, donde ninguno equipo mereció mas que el empate sin goles.

Nada más iniciarse el segundo tiempo se produjo una de las muchas insensateces que hacen los entrenadores, aunque ellos siempre tenga justificación. A los dos minutos, garcía retiró a otro desafortunado Álex Bernal, y dio entrada a Dani Carballo. No por muchos delanteros, el gol está mas cerca.

Lo que si llegó fue el tanto visitante. Los lorquinos no daban sensación de nada positivo y los visitantes lo agredecieron. Airam pierde un balón en el medio campo y provoca un contragolpe del Linense. La defensa hoyera tampoco estuvo fina, algo de lo que sacó provecho Juampe para batir de certero disparo, por arriba a Salcedo. Tampoco lo estaba mereciendo, pero a río revuelto, ganancia de la Balompédica.

El entrenador local, tan perdido como sus jugadores, dio entrada a Javi Cabezas, quien se lesionó en pretemporada y debutó en el minuto sesenta y ocho, pero con escasa aportación o ninguna.

Los locales jugaban como pollo sin cabeza, sin plan y sin nada. Pese a ello dispusieron de dos claras ocasiones para empatar, pero el meta visitante se lució para evitar el gol.