­El play off a Segunda B no ha hecho más que empezar para el Real Murcia. Pero noventa minutos han sido suficientes para que tanto José Manuel Aira, cuya apuesta defensiva en el campo del Rico Pérez no convenció a nadie, como Garmendia y Pumar quedasen señalados. El técnico murcianista insistió en tropezar en la misma piedra que le costó algunos puntos en el final de la liga regular al alinear de inicio a futbolistas que no solo no mejoran sino que además empeoran la versión más atractiva del conjunto murcianista. La aparición de Garmendia, al que el preparador grana recuperaba después de muchos meses en el ostracismo, no ha hecho más que coartar cualquier intento de fútbol ofensivo por el medio centro, y es que el vasco es un calco de Armando y Acciari. El trivote de contención no sirvió de nada en el Rico Pérez, donde los primeros cuarenta y cinco minutos fueron de un dominio constante por parte de los jugadores alicantinos, que incluso pudieron marcharse al descanso con algún gol más de ventaja.

De hecho, el primero en abandonar el campo fue Garmendia, que se marchaba para dejar su sitio a un Jairo que solo necesitaba unos minutos sobre el terreno de juego para cambiar la cara a los murcianistas, demostrando que el trivote de Aira en el centro del campo era más que innecesario. Y es que el cambio de sistema no solo pasó factura al vasco sino también a Armando y Acciari, quienes acababan molestándose unos a otros y dando toda la ventaja a los futbolistas del Hércules, más implicados y más concienciados en luchar por cualquier balón.

También contribuyó a animar a los futbolistas del Hércules, especialmente a Rafita y a Casares, la mala tarde que el sábado vivía Fernando Pumar, demostrando una vez más que no está a la altura de las grandes citas. El lateral gallego no pudo contener ni en una sola ocasión a su par, autor del tanto de los blanquiazules, pero es que además Manolo Herrero, consciente de la debilidad del ex del Racing de Ferrol, aumentó sus efectivos animando a Rafita, quien este verano abandonase la disciplina murcianista tras el descenso a Segunda B, a subir constantemente para complicar aún más las cosas a Pumar. Así llegó el tanto de los del Rico Pérez y así fueron llegando más internadas al área que fueron siendo salvadas unas veces por Iván Crespo y otras por los centrales, aunque también colaboró la pobre eficacia ofensiva de los locales.

Pese a la mala actuación del lateral izquierdo, Aira le mantuvo en el terreno de juego hasta el final, aunque posiblemente el técnico deba recapacitar sobre si dar la alternativa a Víctor Ruiz, quien en jornadas anteriores se ha ganado tener una oportunidad en los partidos más decisivos.