Benjamín Sánchez, marchador ciezano del club UCAM Athleo Cieza acabó roto, llorando y andando pero terminó su participación en los Juegos Olímpicos de Londres en la prueba de 50 kilómetros marcha en la que una vez más los dominadores fueron los rusos, chinos y australianos, quienes desde el pistoletazo de salida no dieron opción a los rivales en un carrera loca donde los cambios en la cabeza de carrera eran constantes.

El ganador fue el ruso Kirdyapkin con un crono de 3 horas, 35 minutos y 59 segundos, nuevo récord olímpico. El australiano Tallent fue segundo y el chino Tianfeng Si Don, tercero. Pero si hubo alguien que les arrebató todo el protagonismo fue el murciano Benjamín Sánchez, quien si bien durante los primeros momentos de la prueba iba marcando tiempos que le hacían albergar sentimientos de mejora de marca, los últimos cinco kilómetros fueron toda una losa en su camino hacia el final de la prueba.

Sánchez estaba en el puesto 32 a cinco kilómetros de la meta, pero en ese último tramo sufrió un auténtico calvario. Tuvo que pararse y, resignado a recorrer los últimos kilómetros caminando lentamente, cruzó la raya en el puesto 50.

Roto, llorando, sin poder conciliar paso con paso, iba deambulando por el circuito, recibiendo la ovación del innumerable público asistente a la prueba y que reconocían en el ciezano el verdadero sentimiento del espíritu olímpico, porque la grandeza del deportista no se demuestra en la victoria, solo unos pocos se pueden denominar campeones, pues sufren hasta la extenuación, aún sabiendo del poco reconocimiento que tendrá su tiempo, marca o puesto pero con la humildad de terminar una prueba que solo se presenta para unos pocos elegidos cada 4 años.

«No pensaba que iba a llegar tan mal. Iba muy bien, en progresión, pero el 50 es así. Soy novato, es una prueba que todavía no es la mía y encima no estoy recuperado totalmente de la operación en la cadera», explicó, llorando.

"No estoy contento. Sinceramente, me hubiera gustado hacerlo bien, para eso venimos, pero estoy satisfecho porque he dejado hasta el último gramo de mí, de energía, eso seguro", aseguró el atleta de Cieza.

"Emocionado", como así reconoció que se encontraba, justificó que tan solo había hecho dos veces el 50 kilómetros, que no es su prueba, "y encima los problemas en la cadera no me permiten entrenar al cien por cien", argumentó Sánchez, quien además admitió que le falta "ese punto sabiduría, de experiencia".

Tenía claro que iba a continuar mientras tuviera algo de fuerza. "Una cosa siempre he dicho y si algo he aprendido en estos últimos años en los que he sufrido mucho, en los que he pasado por quirófanos, he pasado lesiones, he tenido que renunciar a Mundiales y Europeos por problemas físicos, es a ser fuerte y a darlo todo. Soy un luchador nato y siempre lo seré", declaró el atleta murciano.

"Confío en que alguna vez los problemas físicos me respeten y pueda conseguirlo lo que en realidad creo que puedo llegar a conseguir", apuntó.

Innumerables fueron las muestras de apoyo que recibió en las redes sociales, reconociendo el trabajo y el esfuerzo, y sabiendo que desde hace cuatro años navega en soledad en un túnel de lesiones, operaciones y desalientos, que no hacen sino que agrandar la imagen de este atleta. Sin lugar a dudas no ha sido el final que el propio Benjamín barajaba en sus sueños, pero a buen seguro que marcarán un antes y un después en su ya larga y dilatada carrera. Destacar el puesto del eterno marchador español Jesús Ángel García Bragado, quien en sus sextos juegos olímpicos termina en el puesto 20 siendo el primer español, y el donostiarra Mikel Odriozola, en el puesto 42.