El entrenador del FC Cartagena, Carlos Ríos, explicaba a la conclusión del encuentro que parece que todo se ha confabulado en contra de su equipo esta temporada para que nada salga bien. Precisamente en el choque de ayer, cuando el equipo estaba ofreciendo una de sus mejores versiones, el colegido decidió suspenderlo, por una agresión con un objeto lanzado desde la grada a uno de sus asistentes.

Por ello, Ríos dijo que «no vamos a poner un circo, porque seguro que nos crecerían los enanos». Añadía que le había pedido al colegiado que no lo suspendiera porque «al asistente no se le veía nada, ni sangre ni nada y creo que la afición está por encima de estas cosas». Aún así, dijo que «prefiero no enjuiciar la labor del colegiado», pero insistió que tener que jugar 30 minutos en otro momento «no nos viene nada bien después de cómo lo estábamos haciendo en esta ocasión».

Preguntado si vería bien que fuese Pino Zamorano quien les pite los próximos 30 minutos aún por disputarse, indicó que «me da igual, lo que sí quiero es que mi equipo ofrezca el mismo nivel que el que pudimos ver hoy –ayer para el lector–».

Por su parte, los jugadores creen que el colegiado se equivocó con la suspensión. Aún así, afirman que lo sucedido les ha ayudado a que el vínculo entre equipo ya afición sea más estrecho. Al menos así lo comentó el capitán Mariano Sánchez tras el choque «creo que nos ha ayudado este suceso a que la comunión entre la afición y el equipo sea mayor. Hemos empezado a manejar situaciones difíciles y creo que podemos ganar a cualquier equipo». Del árbitro se refirió como una «persona especial y sabíamos que por su parte iba a ser un partido complicado».

«Nos ha matado al suspenderlo»

Txiki, el otro capitán, argumentó que «el colegiado no ha ayudado en nada, más bien nos ha perjudicado en acciones concretas. No nos vamos a venir abajo ahora, pero creo que esta decisión nos ha matado un poco».

Lafuente añadía que «esperamos que todo se quede en nada, pero nos ha cortado la buena dinámica que estábamos llevando».