A la espera de que el fax escupa el contrato remitido desde Barcelona para documentar el acuerdo, el Sporting recibió ayer una nueva confirmación de que el murciano Alberto Botía será jugador rojiblanco. El trato verbal se alcanzó hace semanas, pero en Mareo se urge al presidente saliente Joan Laporta a rubricar la operación antes de las elecciones a la presidencia del club azulgrana que tendrán lugar el próximo domingo. Existe el temor a que todo se vaya al garete si alguno de los clubes que pretenden al zaguero de Alquerías lo solicita como moneda de cambio en alguna operación. Osasuna ya puso el nombre sobre la mesa cuando el Barcelona se interesó por la situación del lateral derecho César Azpilicueta.

El futbolista y su representante ya han cumplido su parte. Botía firmó hace días un contrato que lo convierte en jugador del Sporting por las cuatro próximas temporadas. Este documento sólo tendrá validez una vez que el futbolista se desvincule de la entidad azulgrana, con la que aún tiene una campaña más de contrato. El Sporting y el Barcelona tienen un acuerdo verbal para el traspaso del jugador.

El club catalán se reservaría una opción de recompra durante las dos primeras temporadas con un precio ya establecido de antemano y siempre que no sea para traspasarlo a otro club. Si Botía recala en un tercer equipo el monto de la operación se elevaría sensiblemente a favor del Sporting. Esa recompra quedaría también supeditada a la voluntad del futbolista, que tendría siempre la última palabra.

Alberto Botía ha realizado una temporada notable en el Sporting y esto ha hecho que varios clubes de Primera División se hayan fijado en él. Osasuna, Atlético de Madrid y Valencia son algunos de los equipos que han venido siguiendo al zaguero del Sporting.

El murciano ha sido internacional en todas las categorías inferiores y recientemente fue elegido en el equipo de bronce de los mejores futbolistas jóvenes de España. El central está encantado en Gijón y en el Sporting, donde ha dado un salto de calidad a su carrera y ha encontrado un inmemorable escaparate para seguir con su proyección. Botía llegó a Mareo hace un año como una firme promesa de la cantera azulgrana, pero sin experiencia en el fútbol profesional tras haber jugado toda la temporada en el Barcelona B a las órdenes de Luis Enrique.

En Gijón se ha convertido en una sólida realidad, ha demostrado que tiene condiciones para convertirse en un futbolista importante dentro del panorama nacional y que cuenta con una importante capacidad de mejora.