El motociclismo regional vivió ayer un día histórico en el circuito La Torrecilla, de Albacete, donde dos cartageneros, Manuel Hernández y Enrique Jerez, subieron al podio al acabar en la primera y en la segunda posición, respectivamente, de la prueba de 125 centímetros cúbicos del Campeonato de España de Velocidad (CEV). El librillano David Bonache estuvo a punto de completar la gesta murciana, pero éste se tuvo que conformar con ser cuarto.

Manuel Alejandro Hernández, hijo de Manuel Hernández, quien fue campeón de España, obtuvo el primer triunfo de su carrera deportiva en el CEV. Cuando él tenía cuatro años de edad, en 1990, su padre ganaba por última vez en el Nacional. Catorce años después, la familia Hernández volvió a saborear las mieles del triunfo en una brillante carrera de protagonismo murciano. El cartagenero había marcado en los entrenamientos la 'pole'. Su punto débil son las salidas, una parcela en la que brilla, precisamente, Enrique Jerez, quien lideró la prueba durante las diez primeras vueltas. Hernández, que a punto estuvo de sufrir una caída en el primer giro, decidió reservar los neumáticos y no forzar el motor de su Aprilia en una fase de la carrera en la que David Bonache llegó a situarse en la segunda plaza.

Hernández pasó al ataque en la undécima vuelta. "El ritmo era lento, iba cómodo y sabía que era el más rápido porque lo había sido durante todo el fin de semana. Ataqué y me fui", comentó a esta redacción el joven piloto, al que nadie pudo seguir. De hecho, rodó un segundo por vuelta más rápido que sus perseguidores.

En el grupo trasero se vivió una pugna cerrada entre Jerez, Bonache, Aleix Espárgaro, que tenía la motocicleta más rápida, Nicolás Terol y Jordi Carchano. El cartagenero fue el mejor parado: "Salí bien y traté de irme del grupo, llegando a conseguirlo. Pero me cazó Hernández y no pude seguir su ritmo. Por ello he preferido aguantar y acabar segundo", declaró el de Lobosillo, que subía por primera vez al podio del CEV.

Bonache no pudo completar un podio murciano. El librillano, que corría con una Honda de serie del equipo inglés Ecurie Sports, acabó cuarto pese a que el viernes sufrió una caída en los entrenamientos que le produjo una contusión en la espalda y una rotura fibrilar en la pierna izquierda. Bonache se retiró la escayola justo antes de la carrera y pese a que tuvo que ser infiltrado, se quedó a 113 milésimas de segundo de Espárgaro. "No sé ni como he podido aguantar. Tenía que coger siempre el rebufo de otro piloto porque si no era imposible. Lo más positivo es que pese a ello he quedado cuarto y que mi equipo me ha prometido que va a mejorar la motocicleta", afirmó.

El motociclismo murciano, pese a que su cantera pasa por los momentos de su historia, demostró ayer que no hay cantidad pero sí calidad.