Crítica

El Cascanueces: hasta San Antón, Pascuas son

El dúo principal de ‘El Cascanueces’.

El dúo principal de ‘El Cascanueces’. / L. O.

Tania Herrero

El comienzo de la programación de danza del 2024 en el Auditorio Víctor Villegas bien podría rezar ese refrán, ya que sería la única forma de justificar la forma de alargar las Navidades a través del ballet más icónico de las mismas.

En esta ocasión, la compañía que se encargó de dar vida al cuento de El Cascanueces, fue el Ballet Clásico Internacional, una propuesta de Tatiana Soloviera Producciones, bajo la dirección de Andrey Sharaev.

Cuando este tipo de compañías visitan los escenarios de la Región, siempre hay cierto recelo en cómo se va a desarrollar la función. Contratar a una compañía de danza clásica con un elenco considerable para dar respuesta a las necesidades de la producción siempre es complejo, y en ocasiones hay que hacer concesiones en algunas escenas que no siempre son una buena decisión.

La utilización de alumnado de danza para la fiesta que se realiza en el primer acto es común y le proporciona a la obra un toque infantil acercándolo al público hacia el que va dirigido, pero el abuso de este mismo elenco para el desarrollo de alguna de las partes icónicas del segundo acto, además de ser abusivo, devalúa la calidad de la obra, pudiendo llegar a molestar a los espectadores que no eran familiares de los niños y han pagado su entrada pensando que iban a ver un espectáculo de danza clásica de calidad.

Otra de las concesiones que también disminuyó la calidad final de la obra fue la merma considerable que tuvo el cuerpo de baile, ya que muchos intérpretes tenían papeles dobles y el escenario se vio casi vacío cuando este volvió a aparecer, además de que en ocasiones las bailarinas perdían la sincronización entre ellas y con la música. 

Con este panorama, los que brillaron con luz propia fueron Tatiana Nazarchevich y Nikolay Nazarchevich, cuya interpretación de los papeles principales fue buena. Tanto de forma individual como en los dúos, ambos sorprendieron al público con una buena técnica, limpia y exquisita, con unas líneas muy bonitas los dos y unos saltos y giros perfectos, mostrando unos portés que provocaban sorpresa por su espectacularidad.

También destacó la actuación de Andrei Saharnean en el papel de ruso, con unos saltos espectaculares y Sergey Iliin que manejó a los niños sin perder la interpretación de su papel de Drosselmeyer.

Siempre es de agradecer que en la programación de danza se presenten diferentes estilos y tengan cabida diversas compañías, pero después del Cascanueces representado por el Ballet de Barcelona el año pasado en estas mismas tablas, deberíamos valorar más la calidad de las compañías nacionales y apoyar su trabajo.

El Cascanueces (Auditorio Víctor Villegas)

Director general: Andrey Sharaev.

Compañía: Ballet Clásico Internacional.

Intérpretes: Tatiana Nazarchevich, Nikolay Nazarchevich, Sergey Iliin, Elizaveta Savina, Nicole Ferazzino, Denis Dónica, Vadim Stetenco, Olga Markova, Alice Tirone, Erika Trabuio, Roberto Gadaldi, Roberto Piatto, Mónica Ferández.

Música: P. I. Chaikovsky.

Coreografía: M. Petipá (versión A. Sharaev y M. Rusu).

Decorados: Evgeny Gurenko.