Tres horas de reloj ha costado la curiosa, cuando no única en su género, maniobra de trasladar un trozo de pared grafiteado de un lugar a otro. De una finca a un museo. Ese es el periplo que ha llevado a cabo la pintura de Jesús Arrúe, dedicada al cantante David Bowie, para salvarlo del derribo.

A lo largo de la mañana, la obra de arte urbano, previamente encofrada en hierro, madera, espuma y plástico, ha sido retirada del inmueble de la calle Beneficència. Con sumo cuidado se ha depositado en un vehículo con grúa, trasladándose por las calles del barrio hasta el Centro del Carmen.

Una vez allí se ha instalado en el claustro. Y allí permanecerá durante un año. Es el tiempo que tiene el artista para encontrarle un sitio alternativo.

La varita mágica de Madonna

La obra, que alcanzó relevancia internacional cuando la cantante Madonna se hizo eco de la misma y encargó a Arrue una pintura, corría el mismo peligro que cualquier otra obra expresada en una pared: que se pierda. La finca ha caído bajo la piqueta y sólo quedaba la fachada y, con ella, su pérdida. Tras no pocas gestiones a innumerables bandas, se ha llegado al acuerdo de incorporarla a los fondos del Centro del Carmen. Pero con carácter temporal porque, tal como aseguraba su director, José Luis Pérez Pont, "este espacio es exclusivamente de exposiciones temporales. No la hay permanente". Más aún: "se han llevado a cabo exposiciones de arte urbano con obras sobre sobre sus propias paredes, que después, lógicamente, han desaparecido".

"Me siento como en un parto" aseguraba Arrúe, encantado con la puesta en escena. Una brigada de la propia empresa constructora corrió con el riesgo de la labor que, tal como reconocía, "creo que es única en la historia. Otros grafitis se han rescatado de sus paredes, pero esto, incluyendo la propia pared, creo que es único. En España seguro y diría que en el mundo, también. Técnicamente ha sido difícil, con un proyecto que se ha tardado un mes en materializarlo. Como artista, reconozco que es un orgullo. Nunca he sido profeta en mi tierra y serlo ahora quizá con todo eso, es muy importante. Para mi y para el arte en general".

La "descoberta"

No era fácil. Primero, que la salida del edificio de la calle Beneficència se hiciera sin sufrir desperfectos. Como si de un gran sarcófago se tratara, fue depositado en el vehículo. La particular exhumación costó lo suyo: había que serrar tanto unos refuerzos de hierro como la tablazón. Que dejó, a su vez, una cubierta de espuma de poliuretano y un gran plástico. Por lo que no faltó ni la puesta en escena, una particular "descoberta" soltando la bolsa negra que lo recubría. Un remate recibido con aplausos.

"Ahora mismo ya siento sólo emoción. Ha sido un momento de saltarme las lágrimas. Casi no Ha habido mucha labor detrás y lo bonito es que el resultado ahí queda". Con un año por delante. "A partir de ahora nos queda un año, efectivamente, a la vista del público y espero que se vaya a otro sitio público. ya están apareciendo algún museo y algún espacio interesado en acogerlo de nuevo".

El grafiti fue pintado entre mayo y junio de 2019, a lado del antiguo estudio de pintura de su autor. Era, en palabras propias, "un homenaje a una época a los ochenta, y al barrio y sus movimientos culturales". No podía imaginar entonces Arrúe que la magia de las redes sociales haría todo lo demás. Y reconoce que esa varita le ha hecho un favor enorme. "Toda esta publicidad me ha hecho recibir muchos encargos. Estoy desbordado. Yo, al final, a lo que me dedico es a la pintura aunque sea multidisciplinar. Soy una persona a la que le pasan cosas. Ojalá esto sirva para considerar más a los artistas valencianos, que hay muchos y muy buenos".

No se lo perdió el concejal de Ciudadanos, Fernando Giner, que fue de los primeros que visibilizó la necesidad de salvar de la piqueta el cuadro y sobre quien el propio artista no ocultaba su agradecimiento.

Perez Pont calificó la acción como "un ejercicio de legitimidad". Está a la vista de todo aquel que entre en el claustro gótico. "Es un lugar de arte contemporáneo, que aúna la historia de València y el arte moderno y la creatividad contemporánea. Hemos conseguido en estos años hacer dialogar una y otra cosa".