Para Ramón Gaya, Pedro Serna era «un magnífico pintor, fino y muy sensible, autor de obras vivas». Decía que sus pequeñas pinturas estaban como «dichas en voz baja y, al mismo tiempo, con fuerza, con un vigor, diríase, ternísimo, primaveral». Así escribía el gran artista murciano sobre este artista nacido en Las Torres de Cotillas y considerado hoy como uno de los grandes paisajistas de nuestro país. Y, claro, la gratitud que éste siente hacia el maestro Gaya es inmensa. Quizá por ello, Serna ha donado siete de sus obras al Museo que lleva su nombre la Plaza de Santa Catalina de Murcia; en concreto, seis acuarelas y un óleo que hasta el 1 de mayo permanecerán expuestas en el patio del museo.

Así lo apuntó este jueves el director del centro, Rafael Fuster, en un acto que contó con la presencia del propio Pedro Serna y del concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex. El edil también quiso, en nombre del Ayuntamiento, agradecer el gesto al artista torreño, a la vez que destacó «la gran belleza de las obras donadas, muestra de la excelente técnica del artista, labrada también fuera de nuestras fronteras en sus viajes a Italia y Francia, donde pudo analizar otros paisajes, otros ambientes y donde amplió sus conocimientos». Las obras cedidas son Puente de París, La Laguna, Almendro en flor, Saint Victoire, Iglesia de St. Zacarías. Venecia, Cadaqués al anochecer y La huerta.

Conviene recordar que Serna fue el pintor que enseñó e hizo redescubrir Murcia a Ramón Gaya tras su regreso del exilio. De hecho, muchos de los paisajes murcianos del maestro están pintados junto al de Las Torres de Cotillas. Futbolista de trayectoria truncada por una lesión, Serna inauguró en 1968 su primera exposición individual. Desde entonces ha participado en numerosas muestras en Barcelona, Valencia, Granada y Sevilla, entre otras ciudades españolas. Participó en la Expo 92 de Sevilla, en el Pabellón de Murcia, y colaboró con sus obras en la película Pajarico de Carlos Saura.