Paquito D’Rivera (La Habana, 1948), uno de los referentes más importantes de latin jazz, es el único artista que ha ganado Grammys -en plural: tiene la friolera de catorce- en dos categorías diferentes: ‘Jazz’ y ‘Clásica’. Un buen ejemplo de esa doble vertiente del cubano es su álbum Jazz meets the classics (2014), donde muestra su amor por la música de compositores como Mozart, Beethoven, Chopin o Ernesto Lecuona; eso sí, siempre filtrando en sus canciones su interés por la ‘música del diablo’ y los ritmos latinos. El resultado es un repertorio ecléctico y para todos los públicos que es con el que llega mañana al Nuevo Teatro Circo en el último gran concierto de noche de la cuadragésima edición del Cartagena Jazz Festival, que el domingo podrá el broche de oro a tres semanas de conciertos de la mano de Sergio de Lope.

Sin embargo, antes el público de la ciudad portuaria podrá disfrutar este sábado de una leyenda como D’Rivera, que ofrecerá un show en el que no faltarán tampoco, a modo de homenaje, varios temas dedicados al gran Chick Corea, D’Rivera estará acompañado por el Pepe Rivero Quartet, que además contará como invitado especial con el gran trompetista argentino Diego Urcola. Rivero, gigante del piano y aún más de los arreglos, se encargará de que el menú sonoro resulte fresco, diferente y novísimo.

Desde finales de los cincuenta

En cualquier caso, D’Rivera no necesita de acompañantes para hacer de su presencia sobre el escenario todo un acontecimiento, ya que hablamos de un músico de dilatada y prestigiosa trayectoria internacional. Heredó la vocación musical de su padre, director de orquesta y también saxofonista; de hecho, cuenta que desde que tiene memoria lleva un saxofón entre las manos, por lo que no es de extrañar que con solo 10 años debutara en el Teatro Nacional de la Habana. Eso le convirtió pronto en un músico reconocido en Cuba, lo que le posibilitó debutar con la Orquesta Sinfónica Nacional cuando cumplió los 18 años (era 1967), así como emprender nuevas y ambiciosas empresas como la fundación de la Orquesta Cubana de Música Moderna y la creación del conocido grupo de jazz fusión Irakere, con quienes ganó un Grammy en 1979.

Sin embargo, en 1980, harto de su situación en Cuba, aprovechó un viaje al extranjero con Irakere y una escala en Madrid para pedir asilo en la embajada estadounidense, dejando en la isla a su esposa y su hijo. En nuestro país vivió seis meses antes de marcharse a Norteamérica, donde vive desde entonces, y donde encontró rápidamente un hueco en el rico panorama del jazz y la música latina de Nueva York, siendo Dizzy Gillespie uno de sus grandes valedores y colaborador habitual durante años en distintos proyectos. Lo logró especialmente tras sus dos primeros álbumes, Paquito Blowin (1981) y Mariel (1982), y en el ‘88 fundó junto al propio Gillespie la United Nation Orchestra, con la que que ha actuado en las salas más importantes de todo el mundo. 

Su extensa discografía refleja entusiasmo por el jazz, el bebop y la música latina, y revela intereses musicales eclécticos. Como solista ha colaborado con la Filarmónica y la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Varsovia, la Sinfónica Simón Bolívar, la Orquesta de Cámara de St. Luke, la Sinfónica de Baltimore, la de Puerto Rico... Y a lo largo de su carrera ha recibido distinciones como el NEA Jazz Master, la Medalla Nacional de las Artes de los Estados Unidos, el Premio Leyenda Viva del Jazz del Kennedy Center de Washington DC o el Premio Honorario Nelson A. Rockefeller; además, es doctor honoris causa en música por la Berklee College of Music de Boston.

¿Cuándo? Mañana, 20.00 horas

¿Dónde? Nuevo Teatro Circo, Cartagena

¿Precio? 30 euros