Un nuevo espectáculo infantil de danza nació el sábado pasado: El sueño de Pop. Un teatro lleno, guardando las medidas de seguridad pertinentes, acogió el estreno de la primera obra de una nueva compañía de danza de Murcia –dirigida por Fuensanta Zomeño–, Danzo.

Dirigida al público infantil, El sueño de Pop asienta la mayor parte de las coreografías que dan forma a la historia en la danza clásica, pero utiliza otros lenguajes según los personajes que intervienen en ella. De esta forma, el espectador disfruta de un amplio repertorio de estilos, entre ellos el clásico, el contemporáneo, el español, el urbano y una coreografía interpretada por dos gimnastas rítmicas.

Un ballet en dos actos, cuya historia y desarrollo podría recordar a un Cascanueces moderno, llevó a escena a un elenco formado por cuarenta y dos intérpretes de distintas edades y niveles técnicos. Las coreografías estuvieron muy bien ajustadas a las capacidades de cada intérprete, quedando un espectáculo limpio a este nivel.

Cabe destacar la elegancia y presencia de Laura Baños en su interpretación de la señora Batutti y la gracia y soltura de Francisco Lacárcel como el niño travieso. Así como la actuación de los intérpretes con síndrome de Down que pertenecen a la asociación Assido y que provocó una gran ovación en el público.

Por su parte, la interpretación de Sofía Banegas en el personaje de Pop también merece ser resaltada, ya que a su corta edad representar el papel protagonista de una historia de una hora de duración es una tarea ardua en la que estuvo al nivel requerido.

Otro de los aspectos a destacar es el vestuario, diseñado para la personalidad de cada personaje con gran acierto, dando el punto de luminosidad y color a las escenas como si de una escenografía en movimiento se tratase.

El público presente en el Teatro Villa de Molina disfrutó de este trabajo, que alberga en sus entrañas más de año y medio de trabajo en las condiciones provocadas por la covid-19, quedando gratamente satisfecho y conmovido con el resultado final de la obra. 

Este espectáculo infantil hará las delicias de grandes y pequeños. Por un lado, está la historia en la que se vincula la eterna guerra de muchos padres e hijos donde la tecnología, a priori, tiene la batalla ganada frente a los juguetes y la imaginación. Y, por otro lado, el disfrute de una obra de danza de esta envergadura, donde la belleza de las formas en el movimiento invita a los espectadores a soñar con el cuento narrado a través de la danza, pudiendo ser una buena forma para acercarse e iniciarse en este Arte.