Festival taurino en la población granadina de Huéscar para celebrar sus fiestas patronales, en honor a Las Santas. Un festival que levantó expectación y casi llenó los tendidos de la plaza de toros. El diestro de Cehegín triunfa una semana antes de celebrarse el mano a mano en Mula, donde estará Filiberto y que será la última corrida de la temporada en la Región de Murcia.

Discreto con el capote ante un novillo de embestida incierta y algo pegajoso que nunca bajó la cabeza y que le puso difícil practicar el toreo que gusta al de Cehegín, Antonio Puerta pudo instrumentar algunas tandas en el toreo en redondo, ya que por la izquierda el burel aun iba peor. En su faena tuvieron huecos adornos como molinetes, circulares y hasta los pases rodilla en tierra. Concluyó con una estopada ‘traserilla’, consiguiendo desorejar a su rival como premio a su entrega y esfuerzo. Antonio Puerta volvió a mostrar un paso firme de cara a próximos compromisos.

Abrió plaza el diestro cordobés Julio Benítez, quien recibió a su novillo con una larga cambiada para continuar con un ramillete de bellas verónicas. Dos fases tuvo su faena de muleta: la primera en que se estiró con cierto gusto, y la segunda en la que realizó molinetes, desplantes y un atípico salto de la rana que el público no paraba de pedirle. Finalizó de manera irregular, tras varios intentos de descabello y un aviso. Firmó un apéndice.

Miguel Tendero tuvo un renacuajo de Guadalmena como enemigo que, no obstante, fue bravo y que colaboró en el lucimiento del manchego, que se hinchó a torear como si de una capea se tratara, aunque destiló detalles de su calidad. Saludó con un afarolado de rodillas. Finalizó de media estocada, obteniendo dos orejas, tras aviso. También se le concedió la vuelta al ruedo al novillo. Tendero ha tenido un buen final de campaña con varios festejos prácticamente seguidos.

El granadino Joselte recibió a su novillo con una larga cambiada, toreando bien con el capote. Con la muleta, comenzó la faena de muleta con el pase cambiado, intentó el toreo clásico que tenía buen trazo, pero el remate fue un poco de ‘tirón’. Estuvo variado y finalizó con cuatro manoletinas de rodillas. Tuvo como premio dos trofeos.

Rabo para Linares

El joven Marcos Linares se enfrentó a un novillo grande y cuajado que se rajó de inmediato. El novillero jienense dejó estelas del temple, la clase y el gusto que lleva dentro. No perdió ni un paso en cada muletazo. Además, derrochó valor y ganas. Tuvo que hacer toda la faena pegado a tablas, ya que el novillo de la ganadería de Vilches de ‘El Añadío’ no le daba opción a realizar faena en los medios, para disgusto del toricanto. El respetable le premió con las dos orejas y el rabo y haciendo sonar la canción ‘Las Santas’, que suena cuando se corta un rabo.