No los compares, simplemente disfrútalos. La ‘rivalidad’ entre el Mar Menor y el Mediterráneo ha sido una constante desde hace años, pasando muchos por alto que las maravillas de ambos están al alcance de cualquiera, sin necesidad de decantarse únicamente por uno u otro. Quizás el mejor ejemplo de lugar que entre estos dos mares es capaz de pasar a la historia como uno de los entornos naturales más increíbles de la Región de Murcia sea el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, que otro año más ofrece a todo aquel que lo visite una infinita galería de postales rosadas dignas de ser recordadas por siempre.

Ya sea a pie o en bicicleta, un paseo por este paraje es siempre un acierto. No hay mejor modo de descubrir la riqueza en biodiversidad presente en el humedal del Mar Menor, donde su flora y su fauna se resiste a sucumbir al maltrato que la acción humana se empeña en ofrecer.

Este espacio protegido de la Región, en el que las charcas salineras reflejan con hermosura un cielo que se transforma del azul al rosa convirtiéndose en santo y seña del lugar, habilita múltiples observatorios desde los que es posible ser testigo del ir y venir del otro gran protagonista pinatarense: el flamenco. Su gracilidad queda plasmada en el manto rosado, que agrupa colonias de esta ave acuática para el disfrute de curiosos y visitantes asiduos.

No importa el momento que elijas para disfrutar de la belleza de este lugar, aunque no hay ninguna duda en que contemplar el amanecer desde el interior del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar supone una experiencia casi mística, responsable de convertir a la Región de Murcia en un paraíso natural.