En 1925, tras pasar su adolescencia entre textos de Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío e iniciar, pocos meses antes, la revista literaria Verso y Prosa, Antonio Oliver Belmás (Cartagena, 1903-1968) decide lanzarse al vacío con Mástil. Era su primer poemario y, de aquellas, apenas tenía 22 años; de hecho, ni siquiera conocía entonces a su amada Carmen Conde, con la que formaría un matrimonio que hoy es una de las grandes joyas del patrimonio cultural de la ciudad portuaria. Pero cuando se cumplía el primer cuarto de siglo del XX y el poeta apenas daba sus primeros pasos en el mundo editorial, esa herencia impagable que cristalizaría en la fundación de la Universidad Popular junto a su esposa, podía parecer una auténtica quimera.

Sin embargo, este 2020 se cumplen 95 años de la publicación de aquel poemario ingenuo, sencillo y vitalista; casi un siglo desde que el escritor, crítico e historiador cartagenero comenzara, con una modesta tirada de 500 copias -a 3,5 pesetas cada una- realizada en la imprenta de la viuda de Manuel Carreño, una intensa carrera que le colocaría como uno de los nombres clave de la Generación del 27 y, sobre todo,como uno de los máximos promotores y difusores de las artes murcianas. Por eso su ciudad no ha querido dejar pasar por alto la efeméride, y con la ayuda del artista local Salvador Torres, le ha querido rendir homenaje con la reedición de aquel libro histórico y la apertura de una exposición dedicada a su figura en el Palacio de Molina.

La muestra, titulada De Mástil a Brocal -en alusión también al debut poético de Carmen Conde, que tuvo lugar cuatro años más tarde-, fue inaugurada ayer al amparo del Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver por el concejal del Área de Cultura, David Martínez Noguera; el concejal delegado de dicha área, Carlos Piñana; el propio Salvador Torres y la coeditora del libro María José Vázquez. «Para culminar el año del 95 aniversario de la primera publicación de Antonio Oliver, esta exposición recoge todas esas ilustraciones que se han hecho para esta edición especial; pero no solo eso, sino que además también exhibe objetos o recuerdos personales de Antonio Oliver y de Carmen Conde» explicó el edil durante el acto, que informó de que la muestra será visitable hasta el 31 de enero en la sala de exposiciones del Palacio.

Y es que en la esta exposición se contextualizan dichas obras con una selección de manuscritos, fotografías, objetos personales y otros materiales conservados en el archivo de la ciudad portuaria de ambos escritores, además de otros cedidos por los coeditores de ambas publicaciones, como un dibujo original de Ramón Gaya, un óleo de Wssel de Guimbarda y una escultura de Pablo Rigual.

El pintor, Salvador Torres, quiso mostrar su agradecimiento al Ayuntamiento de Cartagena, al Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver y a los coeditores de este proyecto «por la oportunidad de reeditar de una manera más ilustrada esta obra germinal de Antonio Oliver». No obstante, el artista recordó que la muestra -como su propio nombre indica- también sirve para recordar el trabajo que Virginia Bernal realizó para la reedición de Brocal del año pasado, cuando el poemario de Carmen Conde cumplió noventa años. Y es que es difícil entenderlos por separado.

En esta ocasión, y de nuevo en la ciudad natal del escritor, la reedición de Mástil ha sido publicada por el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver, en coedición con Mª José Vázquez & Francisco de la Iglesia. Se trata de una edición no venal, limitada a mil ejemplares, de los cuales 995 se han numerado en imprenta, del 001 al 995, y cinco van numerados y firmados a mano por el ilustrador, Salvador Torres: de I/V al V/V.

En concreto, se trata de Mástil (Cartagena, 1925-2020) en su 95 aniversario, cuyas ilustraciones son obra del pintor Salvador Torres; y en el caso de Carmen Conde, Brocal (Madrid, 1929- Cartagena, 2019) en su 90 aniversario, ilustrado por la artista Virginia Bernal.