El escritor Marto Pariente, con su novela 'La cordura del idiota', se proclamó anoche ganador del IV Premio de Novela Cartagena Negra. El equipo organizador de estas jornadas de literatura de crimen y misterio destacó «la potencia de personaje Toni Trinidad y la creación de un universo propio, magníficamente perfilado en la novela y sus escenas, deudoras del más puro estilo de la novela negra».

«En una de las decisiones más difíciles que dicho equipo ha tenido que tomar en los años de vida del certamen», declararon fuentes del festival, se optó por elegir esta novela «tras arduas y prolongadas deliberaciones, debido a la altísima calidad tanto de la obra premiada como de las otras cuatro finalista, a cuyos autores desean felicitar públicamente». Se trataba de los escritores Domingo Villar, que optaba al premio con su novela El último barco (Siruela) Inés Plana con su libro Antes mueren los que no aman (Espasa) Daniel Fopiani, cuya obra finalista fue La melodía de la oscuridad (Espasa) y Claudio Cerdán, con su novela Los señores del humo (Ediciones B).

El fallo, que reconoce los valores literarios de aquellas novelas negras publicadas a lo largo del año inmediatamente anterior, en este caso durante 2019, fue desvelado durante la sesión de clausura de Cartagena Negra, a la que asistieron los cinco finalistas, y que se cerró con la entrega del galardón al autor madrileño.

Segunda novela

Marto Pariente (Madrid, 1980) escritor y funcionario del Estado, reside en Alovera, un tranquilo pueblo de Guadalajara, junto a su mujer y sus dos hijos. Reparte su tiempo libre entre su familia, su empedernida afición a la lectura y su pasión por la escritura.

La cordura del idiota fue su segunda novela. La obra cuenta la historia de Toni Trinidad, un atípico policía de pueblo, «un tipo solitario e imperturbable, pero que se desmaya si ve una sola gota de sangre, sobre todo si es suya». Sin embargo, su tranquila existencia está a punto de cambiar: su puesto de trabajo pende de un hilo y por si esto fuera poco, su hermana Vega -una de las pocas personas que le importan en este mundo- ha contraído una deuda que no puede pagar con un cruel narcotraficante de la zona que se hace llamar el Colmenero.

Así se presenta la novela que Pariente publicó tras su primera incursión editorial, muy bien acogida por la crítica especializada, con Una bala para Riley.

Previamente, el II Premio Icue Negro, que distingue a novelas y autores debutantes en el género, fue fallado y entregado en la sesión inaugural de las jornadas, el pasado día 10 de septiembre, tras la mesa redonda que protagonizaron los cuatro candidatos al mismo: Pedro Aranda, Eduardo Oller, Jon Aramendía y Lucía Santamaría.

El galardón recayó en Jon Aramendía por su novela El demonio de Laplace.