Incluso con las puertas cerradas, la Fundación Pedro Cano es ahora aún más accesible. El museo ha abierto sus contenidos online e invita a todo el público a traspasar sus puertas y disfrutar de las obras que alberga para que el arte siga presente en estos días de confinamiento, en el que es imposible visitar galerías, museos y otros centros artísticos.

En este caso, es el propio pintor de Blanca el que ayuda al visitante a recorrer cada rincón de la Fundación en la que quiso que permaneciera su legado. «De la mano del propio pintor, cada semana se van descubriendo todas las obras que actualmente se exhiben en el museo», explican desde la Fundación, que también realiza vistas guiadas virtuales y contará los entresijos del montaje de diferentes exposiciones o la preparación de los talleres de pintura al agua que imparte Pedro Cano.

Una de las singularidades es que es el propio autor quien narra cómo es este centro y, antes de adentrarse en este museo que muestra sus seis décadas dedicadas a la pintura, Pedro Cano se detiene en las agendas, testigos de años y años de pequeños proyectos, notas del día a día y que dejan entrever, como dice el autor, «cómo vivo la pintura».

El recorrido continúa, en un nuevo post del blog de la Fundación, en la planta baja del museo, espacio dedicado a exposiciones itinerantes del pintor, y recoge el último y más importante ciclo pictórico de Pedro Cano: 9 Mediterráneos, inspirado en sus viajes y que sumerge al espectador «en la historia del hombre mediterráneo, en el trasiego de sus gentes; pescando, viviendo y amando a orillas de nueve lugares». Sicilia, Nápoles, Estambul son solo algunas de las ciudades retratadas por Pedro Cano, quien explica qué le inspiró de cada una de ellas.

Un breve recorrido por sus obras al óleo, que se encuentran en la primera planta del museo, permite conocer desde las primeras obras de su niñez, pasando por su formación en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, su estancia en Italia, sus viajes, Nueva York? El pintor de Blanca va describiendo estas diferentes obras que pertenecían a particulares o a su propia familia y en las que le gusta, asegura, «contar historias».

El post del 23 de abril se dedicó, como no podía ser de otra manera, a un libro y, por supuesto, a Las ciudades invisibles, una de las grandes series de Pedro Cano ubicada en la segunda planta de la Fundación. Unas acuarelas que surgieron tras recibir una invitación de la viuda de Italo Calvino, escritor italiano al que Pedro Cano había conocido en Roma años atrás.

«Recorrer de la mano de Calvino estos lugares y darles color y forma ha sido una de las aventuras más intensas de mi vida; usé paisajes y atmósferas, objetos y luces que vienen de la memoria de mi pintura y de mis experiencias personales», apunta el pintor en el último post publicado hasta la fecha.

Todos ellos se pueden encontrar en el enlace https://fundacionpedrocano.com/blog/

Con la Fundación Pedro Cano cerradas, pero abierta a través de su web, el pintor aprovecha el confinamiento en su tierra natal para continuar creando. Según avanzó en el programa Murcia Conecta, se encuentra trabajando en una serie inspirada en Blanca.