Raúl Frutos define FHHx (Free Harmolodic hop) como hip hop experimental, cubista, 'flow armolódico', y lo empezó junto a varios Mc's murcianos, pero ha llegado al término como dúo: Jack Higgins, Mc murciano de origen galés, y Raúl a la batería y mil cacharros. Hacen su estreno en el Mr. People Fest coincidiendo más o menos con la edición del disco Sick Beat for Coleman en digital. Su capacidad para la rapiña no conoce límites, pero hay que admitir que es una rapiña muy creativa. Siempre lo ha sabido llevar a su terreno con un afán improvisador. Una loca fantasía, una radical obra maestra.

¿En qué mares musicales navega FHHx? ¿Qué significan las siglas?

Navega en los mares de una obsesión musical que ronda hace tiempo: el hip hop. Significa Free Harmolodic Hop.

¿A qué obedece lo de hip hop cubista? ¿Tiene algo que ver con Kanye West? ¿Y qué pinta aquíOrnette Coleman?

Se trata de un acercamiento al género intentando descomponerlo musicalmente en varias piezas y combinarlas de modo casi aleatorio. No directamente tiene que ver con la obra de Kanye. En todo esto, para mí, tiene un peso mayor el legado y la forma de hacer música que tenía Ornette Coleman: varias tonalidades y claves rítmicas sonando a la vez, fruto de la improvisación, protagonismo de varias voces melódicas, a priori inconexas, que se entrelazan dando lugar a un sistema armónico complejo y a la vez libre, explicado a grosso modo. Casi todo lo que hago en cualquiera de los proyectos en los que me embarco bebe de esta forma de hacer música; todo es improvisado, y todo queda registrado en el momento de concebirlo, adoptando la forma de piezas que voy ensamblando y combinando al gusto.

Tengo entendido que contabas con el asesoramiento de L. Warlock, y estabas cocinando un disco de hip hop experimental junto a un amplio elenco de Mc's murcianos. ¿En qué ha quedado el proyecto?

L. Warlock ha sido una figura capital en todo esto. Cuando quise profundizar en la música y la cultura del hip hop, y por extensión en la música negra, acudí a él para conocer, escuchar y aprender. Él me puso en contacto con un amplio elenco de jóvenes Mc's murcianos a los que hacía tiempo les seguía la pista y a los que admiro profundamente -Jaro Desperdizio, Sin H, Santoro, David Bleyd, por citar a algunos-. En principio la idea era que todos ellos fueran dejando grabados fragmentos improvisados para los distintos cortes del disco para luego volver a jugar con esas piezas dentro del puzzle armolódico. Por motivos de organización, falta de tiempo por mi parte y realidad logística del proyecto, al final me centré más en el trabajo con sólo uno de ellos. Toda esta gente tiene un talento acojonante.

¿Quiénes lo componéis? ¿De qué os ocupáis cada uno en el combo?

Actualmente el proyecto ha quedado como dúo: Jack Higgins a la voz y servidor a la batería y mil artilugios simultáneos.

¿De dónde ha salido Jack Higgins? ¿Qué actividades ha realizado en la música?

De Barry, Gales, aunque con once años vino a vivir a Murcia. Lleva unos años rapeando. Hasta la fecha ha publicado dos mixtapes: The Takeover y Bread Crumbs, además de un E.P con Blue Noise: Stream of Consciousness. Ha colaborado también con Piezas y Jayder y actualmente trabaja en un nuevo proyecto en solitario y en FHHx.

¿Cuánta parte es obra suya en este disco? ¿Qué te aporta Jack hablando en términos musicales y, si lo precisas, personales?

Toda la parte lírica corre de su cuenta. Musicalmente para mí ha sido una sorpresa y un gran descubrimiento. Utiliza su voz casi como un instrumento rítmico de una forma espectacular; digamos que casi también de una forma armolódica, Flow armolódico lo llamo yo. Aún con la producción estrictamente musical e instrumental cerrada, he aprendido mucho de sus consejos a la hora de empastar y tratar las voces en el género, y he replanteado a partir de ahí muchos aspectos de la producción final. Aunque, supuestamente, nos separa una gran brecha generacional, hemos hecho buenas migas, probablemente por ser los dos casi filólogos. Yo no terminé la carrera y él anda terminándola este año. Probablemente también por el interés de darle una vuelta y otra vuelta más al proceso de la creación e intentar llevarla un poquito más allá.

¿Qué influencias presenta este primer disco?

Miles. Aunque quizás el acicate definitivo fue descubrir, por mi parte, a toda una nueva generación de raperos y músicos de Los Ángeles cuyas últimas obras han cambiado sustancialmente mi forma de entender y apreciar la música a día de hoy. Flying Lotus, Thundercat, Kamasi Whasington, Schoolboy Q y, por supuesto, Kendrick Lamar, entre otros. Considero que esta gente significa la punta de lanza de la experimentación sin complejos en el panorama musical de nuestros días. Consiguen llevar este discurso musical a millones de personas que lo asimilan y consumen al nivel del, llámalo, mainstream. Es acojonante, es el puto rock progresivo del siglo XXI; es incluso más arriesgado a veces, y encima venden en conjunto millones de discos. Para mí son el futuro y la esperanza del avance de la música popular actual.

¿Te atreverías a definir lo que haces, a darle un nombre?

Disfrute y aprendizaje continuo.

En los vídeos se vislumbra una ligera estética blaxploitation, incluso habéis echado mano de un discurso es de Muhammed Ali.

También aparecen Malcolm X, Screamin' Jay Hawkins o Martin Luther King. Sin la cultura afroamericana, la música popular actual sería ciertamente una basura.

¿Cómo definirias este disco? ¿Te consideras un artista de new wave negra, que diría Kanye?

No diría yo tanto. Primeramente, negro no soy, y no jugaría jamás a tal impostura. Es un acercamiento con mucha hambre de aprender de un género y una cultura por los que siento un profundo respeto.

¿Cuáles son tus aspiraciones creativas? ¿Cuál es tu mensaje? La rapiña no conoce límites, pero hay que admitir que la tuya es una rapiña muy creativa?

Seguir aprendiendo y descubriendo para aproximarme a todas las manifestaciones musicales que me sea posible conocer. La vida es muy corta y la vida de las células ciliadas del oído interno más corta aún. Antes de la sordera parcial, toda la música de la que te puedas rodear es poca.