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­Después de diez años recorriendo el mundo, María Serrano no ha parado desde que regresó a Murcia, donde ganó la última edición del Creajoven. ¡Prohibida la ducha! es el segundo libro que ilustra. Pero vienen de camino muchos más.

¿Cómo se trabaja poniéndose al servicio de una historia?

En este caso, como en el anterior con el libro de Cristóbal Pagán, ha ido muy bien, porque ambos me han permitido tener libertad para hacer lo que quisiera sin ponerme trabas, en otros campos de la ilustración eso es mucho más difícil.

Los personajes están muy definidos, ¿cómo los imaginó?

Como los he dibujado; la comunicación entre Juan y yo ha sido muy fluida y, como dice, están muy bien descritos. Además, todos tenemos ideas en el imaginario popular sobre los niños.

¿Qué espera que aporten a la historia escrita?

Espero que ayuden a cerrar la historia, que aporten información al texto y que hagan la lectura más lúdica.

Decía hace poco que en 2014 no paró, pero parece que este año va también muy bien...

Estoy muy contenta. Estoy trabajando con una agencia británica y pronto publicarán mi primera novela gráfica para niños en Inglaterra. Cuando volví a España en 2011 parecía imposible encontrar trabajo y ahora ya no es así.

Si pudiera crear un mundo paralelo, ¿qué odia que prohibiría?

La corrupción y la violencia.

¿Y qué no faltaría?

Como dice la canción, «all you need is love»; las cosas hechas con amor, en la vida profesional y personal, siempre salen mejor.