Francisco J. Flores Arroyuelo (Bilbao, 1939) acaba de publicar en Murcia, en la editorial Azarbe, un interesante libro titulado De San Ginés de la Jara, del caballero Roldán y de tantos otros, en el que pone al día la historia y la leyenda del célebre monasterio del Campo de Cartagena, cuyos antecedentes se pierden en la noche de los tiempos, enredados en un cúmulo de fantasías y relatos de ficción, que han entorpecido mucho a los historiadores cuando han pretendido reconstruir la verdad del pasado del monasterio y de la devoción a San Ginés de Arlés en el Campo de Cartagena.

El autor

  • Francisco J. Flores Arroyuelo

Establecer el pasado histórico del monasterio de San Ginés de la Jara ya desde la Edad Media plantea muchas sombras que no han podido ser aclaradas en su totalidad, por lo que las investigaciones de Flores Arroyuelo son muy bienvenidas, sobre todo por la amenidad con que recupera todas las fuentes, las contrasta y las aclara hasta establecer de una forma definitiva la relación del monasterio con la leyenda del caballero medieval, sobrino de Carlomagno, el célebre Roldán, Roland u Orlando, según la época o la fuente literaria que se consulte.

En la portada del volumen reproduce Flores Arroyuelo, tomado de los Discursos históricos del Licenciado Cascales, el escudo de armas de un apellido murciano, establecido en la región desde finales de la Edad Media, el apellido Roldán, que dio nombre a una pedanía del campo de Cartagena no muy lejana del monasterio de San Ginés. En uno de los campos del escudo figura un olifante, justamente el instrumento de viento tallado en un colmillo de elefante que utilizaban los caballeros durante la Edad Media haciéndolo sonar como señal de aviso. Y en concreto el que utilizó Roldán para dar aviso a Carlomagno, tal como cuenta el poema épico medieval francés La chanson de Roland.

La relación con San Ginés de la Jara ya la refleja un manuscrito del siglo XV, que cuenta su historia y que publicó hace muchos años el investigador Eulogio Valera Hervías, quien recordaba que el autor de la Vida de San Ginés de la Jara recoge la escena del olifante de Roldan, bien de un texto erudito o de un recitado de juglar, y lo engarza en la historia del Santo. En el poema, Oliveros invita a Roldán a que toque su bocina para que Carlomagno se dé cuenta del peligro en que estaban y acuda en su ayuda y así lo relata la historia de San Ginés. El propósito de su autor no era otro que demostrar y prestigiar el origen francés del eremitorio extrayendo de la tradición juglaresca las noticias literarias con las que realzar la leyenda.

El Monasterio

  • Monasterio de San Ginés de la Jara

Lo cierto es que de toda esta historia no ha quedado nada más que esa leyenda, que desfigura casi por completo la realidad. Pero hay que aludir a algunos datos que pueden ser ciertos. Así la relación de sus fundadores con el camino de Santiago y con las leyendas épicas del ciclo carolingio y la existencia, ya en los siglos XIV y XV, de un culto popular a San Ginés, con una romería muy concurrida en su festividad, y sobre todo una leyenda y una tradición que se plasmaron por escrito en el manuscrito antes aludido.

Como recordaba el profesor Torres Fontes, y recoge ahora Flores Arroyuelo, este monasterio, construido por Alfonso el Sabio en las cercanías de Cabo de Palos, a poco más de dieciséis kilómetros de Cartagena y en las proximidades del Mediterráneo y Mar Menor, se convertiría en espacio de algo más de un siglo en un centro religioso desde donde se irradió el culto a San Ginés con peregrinos procedentes de distintos reinos y creencias, desde el de Aragón al de Granada. La celebridad y popularidad de San Ginés como abogado de las labores del campo y como protector de los viñedos se extendió por todos los reinos peninsulares en los siglos medievales y queda constancia documental de cómo se realizaban peregrinaciones desde lejanos lugares que, naturalmente, se acrecentaban en las romerías organizadas en los días cercanos a su festividad, celebrada el 25 de agosto.

El libro de Flores Arroyuelo recoge, desde la perspectiva del siglo XXI, todas estas historias y otras muchas más para demostrar cuánto hay de legendario en todo lo que se relaciona con San Ginés de la Jara, y hasta qué punto los escasos documentos fiables que existen pueden llegar a justificar lo que en definitiva son tradiciones que tanto han enriquecido el patrimonio de la Región de Murcia.