En los últimos años Abdón ha ido buscando y puliendo colores y texturas; este es el proyecto más ambicioso de su carrera como líder, la total integración de los ritmos y el lenguaje flamenco en los sofisticados entramados del mejor jazz. Entre dos aguas. En una mano, La Unión, y en la otra, Brooklyn, ahora más perceptibles que nunca con este nuevo proyecto que reúne a algunos de los músicos más prestigiosos del jazz nacional en un despliegue espectacular. Reikiavik es una mirada a lo ortodoxo con ecos guitarrísticos en la ejecución del piano, algo que no se debe tomar a la ligera: hay que saborearlo despacio. El piano de Abdón ´Duke´ Alcaraz, como le rebautizaron Los Bluesfalos, pinta colores.La vida artística de este murciano de dinamita se abre como un arco iris de encuentros enriquecedores, descubrimientos sonoros y feroces incursiones en el jazz contemporáneo. Un lenguaje jazzístico en su envoltorio, jondo en su fondo y, en el plano improvisador, con toques de sutiles reminiscencias latinas capaces de deshacer el hielo más grueso. Puro fuego.

¿Qué tiene que ver un lugar tan frío y distante como Reikiavic en todo esto?

Es frío por fuera pero muy caliente por dentro, es una tierra llena de volcanes, y en cierta manera es un poco lo que ocurre con el flamenco como yo lo entiendo, una música muy ardiente, con mucho fuego, que se lleva dentro del cuerpo y que tiene que calentar el frío que nos envuelve a nosotros mismos. En este caso, fusionar flamenco con jazz me da pie a poner un nombre no tan flamenco ortodoxo al disco, pero si quizá mas jazzístico.

¿Cómo recuerdas ganar el Filón en La Unión?

Recuerdo una felicidad inmensa, sólo sé que mi cara no paraba de sonreír. Fue un sueño cumplido, y no porque soñara en ganar específicamente este premio, sino por soñar con algún día tener un reconocimiento a mi carrera como surgió. Y eso te llena, y a la vez te da fuerzas para seguir avanzando y mejorando en todos los sentidos, tanto como músico como persona. Este premio es muy importante para mí porque me ha dado una fuerza extra que buena falta me iba haciendo, aparte de evidentemente facilitarme todas las cosas en el aspecto más profesional. Con el Filón se abren todas las puertas.

¿Ha sido duro llegar hasta aquí?

Son muchos años tocando el piano. El estudio de la música es muy duro, y además el sacrificio que has de hacer para dedicarte a ello es enorme, pero siempre me he tomado esta carrera como un gran tour, por etapas. Siempre me he dejado la vida en cada concierto y esa energía siempre te es devuelta por mil. Y entonces lo que es duro resulta que se convierte en algo bonito, ilusionante, mágico. A estas alturas tengo más que asimilado que voy a tocar y vivir del piano hasta que me muera. Gracias a Dios me está empezando a salir callo, y esto facilita el trabajo. Lo duro de verdad empieza ahora, cada mañana que abro la tapa del piano y empiezo a sentir, a trabajar, a esforzarme. Pero es muy hermoso, y por eso merece la pena.

¿Cómo llegas al flamenco?

Siempre he estado ligado musicalmente al flamenco, es difícil ser español, vivir en el levante y no haber mamado algo de flamenco de niño. El flamenco me hace sentir como cuando duermo en mi cama, estoy ´la mar de a gusto´, cierro los ojos y tengo grandes sueños y grandes aventuras. El tratar de buscar mi camino en la fusión flamenco-jazz es intentar satisfacer a mi mente con las melodías y armonías contemporáneas jazzísticas y a mi cuerpo con la pasión y el fuego que desprende todo lo relacionado con el flamenco. Creo que llegar al flamenco ha sido el resultado de buscar mi sitio dentro de la música, y parece que de momento está dando resultado.

¿Ha fluido fácil este disco?

La realidad es que no hay disco fácil. Sí es cierto que he tenido la suerte de contar con lo mejor de lo mejor en cuanto a los músicos que han grabado, por ejemplo Javier Colina, Jorge Pardo, Jose Luis Montón, Manuel Cuevas y Manuel Tallafé. Y por supuesto los músicos que forman parte de mi banda actual. Si a esto le sumas una gran producción musical y un equipo de ingenieros de sonido de primer nivel resulta que mágicamente lo complejo se vuelve sencillo.

¿Tus maestros reconocidos?

Bach, Beethoven, Debussy, Charly Parker, Freddie Mercury, Paco de Lucía, Miles Davis, Los Beatles, James Brown, Led Zepelin, qué se yo, son tantos… Hay que valorar toda la música. No obstante mi predilecto es Beethoven.

¿Quién te ha enseñado el jazz?

La verdad es que no he ido nunca a un taller de jazz ni he hecho cursos. Creo que todavía no conozco el jazz lo suficiente, pero haber estudiado armonía y contrapunto en el conservatorio y poder escuchar tanta música y de la manera tan sencilla como lo es actualmente, ha hecho que mi proceso de formación en el jazz haya sido básicamente escuchar a los grandes. El estudiar sus obras y después tratar de tocarlas hace que poco a poco vayas adquiriendo el conocimiento.

En este último disco mezclas el jazz con distintas formas del flamenco. Una tarea bastante difícil, ¿no te parece?

Evidentemente yo no he inventado nada todavía, esto se lleva haciendo ya desde mucho tiempo atrás, ya Miles Davis hizo una versión del Concierto de Aranjuez con la gran orquesta de Gil Evans. No obstante, lo que sí he tratado en este disco es de encontrar un sonido personal que me caracterice. En esto todavía estoy trabajando, y es más, creo que seguiré hasta que la vida me lo permita.

¿Qué hay de cierto en la frase ´sin la rumba no habría jazz´?

No sé de quién es esa afirmación, no obstante permíteme decirte que sin soniquete no hay jazz, y sin swing no hay flamenco tampoco. Eso es verdad.

¿Crees que el flamenco es el único camino para el jazz en España?

En absoluto, creo que el flamenco es un camino de evolución del jazz, pero a todos los niveles. Ya Claude Debussy en su libro El señor Corchea afirma algo como «esperen, señores, a que despierten los españoles». Evidentemente, estamos despertando, somos muchos los que investigamos en este camino, y lo bonito es que cada uno suena diferente. Es un océano abierto.

¿En qué punto te encuentras?

Al principio del principio. Solo que ya no voy caminando, me han ´regalao´ una buena bici que hace que vaya un ´poquico´ mas rápido.

¿Qué tiene tu último disco? ¿Cómo surge?

Mi disco lo que tiene, y te soy sincero, es que le va a gustar tanto a los jazzistas como a los flamencos como a la gente de a pie. Hay temas variopintos, se trata de llegar al máximo público posible y a la vez tratar de educar musicalmente. Es un disco mágico creo yo. Surge de muchos años de trabajo y muchos años de ilusión, como surgen las verdaderas historias de amor.