No es de extrañar así que el título de la feria sea "The road to the contemporary art" ("El camino hacia el arte contemporáneo"), un camino que en Roma se mide en tiempo y no en kilómetros, como los dos mil años que separan el Templo de Adriano, construido en el 145 después de Cristo, y el cuadro collage de "Brick Lane", de los artistas británicos Gilbert&George, creado en 2004.

Los organizadores de la feria son conscientes de la posibilidad que les da la ciudad y, por ello, tampoco es extraño que hayan resaltado este reclamo para colocarla en el mercado europeo, donde tiene que competir con otras ya consolidadas, como la de Arco en España.

"Hemos querido poner el arte contemporáneo en relación a las obras de la antigüedad clásica para tratar de hacer algo exclusivo, una posibilidad que sólo tiene Roma", explicó a Efe el director de la feria, Roberto Casiraghi.

No obstante, reconoce que "no será fácil" colocar la feria en el panorama europeo, porque debe competir con muestras consolidadas como, además de la de Madrid, las de Basilea y Berlín.

Una dificultad que también es interna, pues Casiraghi asegura que no ha sido fácil romper las barreras psicológicas de una ciudad que, con tanto arte clásico, se ha opuesto al contemporáneo.

Una dificultad que se acrecienta al exponer las obras en lugares céntricos, como el Palazzo Colonna, a pocos metros del Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano, donde los tres hombres que componen un grupo escultórico situado en la terraza del edificio motivaron una llamada de las fuerzas de seguridad para saber quiénes eran.

Pese a todo, el arte contemporáneo se ha abierto camino en Roma en los últimos años con la creación de dos museos de Arte Contemporáneo en la ciudad y la recuperación de espacios arquitectónicos, como el Matadero.

Aunque el mérito, en esta ocasión, ha sido no aparcar la feria en esos lugares sino, como afirman sus organizadores, "convertirla en parte de la ciudad" al contar con varias "sedes clásicas".

Esas sedes en las que se pueden visitar las piezas y las galerías que participan en "The road to contemporary art", abierta desde el jueves hasta mañana domingo, son la Plaza del Santo Spirito, el Palazzo Ferrajoli, el Palazzo Wedekind, el Templo de Adriano, las Termas de Diocleciano y el Palacio Rospigliosi.

Para cada uno de esos espacios se ha elegido un tema y así, en las Termas de Diocleciano se pueden ver "Cosas nunca vistas".

Se trata de trabajos que no han sido expuestos, como el "Brick Line" de los mencionados Gilbert&George o "surfero" sin título de Schnabel; cuadros que tienen por fondo un ladrillo colocado allí en el 298 después de Cristo.

Otros artistas presentes en la feria con obras inéditas son la estadounidense Nan Goldin; la libanesa afincada en Londres Mona Hatoum; y el italiano Pier Paolo Calzolari, que expone una estatua viviente, la "Mujer Flor", una modelo viva y desnuda de cintura para abajo, porque su falda se eleva hacia el cielo por globos hinchados con helio.