"Los japoneses no entenderían que alguien que ha cometido varios asesinatos no fuera condenado a muerte", aseguró el titular de justicia japonés en un encuentro con la prensa extranjera, en el que afirmó que en su país se espera cierta "reacción" del Ejecutivo cuando se cometen este tipo de crímenes.

Kunio Hatoyama argumentó que "es parte de la esencia japonesa" considerar la vida humana como algo "precioso", por lo que la sociedad nipona "no entendería que una persona culpable de la comisión de varias muertes no fuese condenado a muerte".

Además, sumó a este argumento su obligación personal como titular de Justicia de "reducir la tasa de criminalidad a cero".

No obstante, aseveró que hay que ser "extremadamente cauteloso" con la aplicación de la pena de muerte porque se trata de una "acción irreversible".

En este sentido destacó que el gobierno japonés tiene que "tener en cuenta" algunos métodos para garantizar los derechos de los condenados a muerte.

Asimismo, apostó por facilitar los procesos de apelación ordinaria y extraordinaria, y para que los condenados puedan acogerse a una amnistía.

En cuanto a la polémica sobre su reciente petición de automatizar las ejecuciones, Hatoyama afirmó que sus palabras se habían malinterpretado ya que su intención era acelerar el proceso y no desvincularse personalmente de las ejecuciones.

Hasta el momento, el ministro de Justicia debe firmar personalmente todas las ejecuciones y Hatoyama pidió recientemente eliminar ese trámite.

Para el titular de Justicia nipón, el problema de fondo que le llevó a pedir la automatización es que la legislación japonesa dice que los presos han de ser ejecutados en los seis meses siguientes a su condena por un tribunal, cuando en la actualidad la media está en siete años y medio.

La situación actual es "relativamente ilegal", apuntó Hatoyama, porque el Ministerio de Justicia no está cumpliendo con lo que se le ha encomendado, y por eso agregó que quizá sea conveniente prolongar hasta los dos años el período de ejecución de la pena de muerte.

Así, añadió, se daría más tiempo a los reos para que apelen ante la Justicia.

Hatoyama aprovechó también su intervención para restar fuerza a las críticas vertidas recientemente sobre el sistema judicial nipón, del que se ha puesto en duda su correcto funcionamiento, ya que condena al 99 por ciento de los encausados.

El titular de Justicia afirmó que la fiscalía nipona sólo lleva a juicio aquellos casos en los está segura de poder probar los cargos y que se descartan aquellos en los que faltan evidencias.

Por otro lado, el ministro nipón argumentó que es "muy necesario" endurecer los controles para extranjeros en los puertos y aeropuertos del país "porque Japón también se puede convertir en víctima del terrorismo".

El próximo 20 de noviembre entrará en vigor una nueva ley que exige a todos los extranjeros que entren en el país una muestra de sus huellas digitales y un retrato de tipo carné.