La parroquia de San Carlos Borromeo, conocida como la de 'los excluidos', abierta hace 26 años en el barrio madrileño de Entrevías, ha decidido "resistir" frente a la decisión del Arzobispado de convertirla en un centro dedicado a la acción social de la iglesia, lo que ellos consideran "cerrarla y cedérsela a Cáritas".

Veintidós años después de que el Arzobispado de Madrid, a cuyo frente estaba entonces Ángel Suquía, "eximiese" a esta parroquia de las responsabilidades pastorales, los actuales responsables de la iglesia madrileña, con Antonio María Rouco Varela a la cabeza, han acometido una "organización pastoral" que "da forma jurídica" a lo establecido en 1985. "Con el parecer favorable unánime del Consejo Presbiteral y buscando siempre el mejor servicio social que desde esa parroquia se venía prestando", indicó ayer el Arzobispado en un comunicado, se ha acordado "destinar las instalaciones de dicha Parroquia para un Centro dirigido por Cáritas Madrid, con el fin de mantener y potenciar del modo debido el servicio a los pobres".

Los curas de San Carlos Borromeo, que explicarán hoy los motivos de su decisión de permanecer donde están, se preguntan "¿por qué el obispo no cree en nuestra fe? cuando Evangelio literalmente significa 'buena noticia' y eso hemos ido experimentando". Ellos justifican su forma de liturgia en la necesidad de ser cercanos a sus feligreses y destacan que allí "han nacido grupos como el de las Madres, Traperos de Emaús, Coordinadora de Barrios, Escuela sobre Marginación, Fundación Raíces..." Advierten de que seguirán "adelante" y dejan claro que "los movimientos sociales que se han reunido en la parroquia nos apoyarán".