En los últimos días, los escaparates de las librerías belgradenses se ven conquistados por las figuras estilizadas de Don Quijote y Sancho Panza en las lujosas tapas los dos volúmenes de la traducción, publicada por la editorial serbia "Rad".

En declaraciones a EFE, Mancic subrayó que el apoyo financiero crucial para su labor llegó de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio español de Cultura.

"Traducir al Quijote es algo con lo que sueña cada traductor, es algo único. Como si hubiera obtenido la posibilidad de traducir la Biblia si fuera experta en lenguas antiguas. Agradezco infinitamente a todos los que me han ayudado a hacerlo", dijo Mancic.

La nueva versión del Quijote al serbio ha logrado transmitir con precisión, sonoridad y agilidad, sin notas a pie de página, la riqueza del texto de Cervantes y la elegancia de su estilo.

"Tanta habilidad y capacidad como la de Cervantes para entretejer gran cantidad de cosas en frases sencillas, en algo aparentemente ordinario y como dicho de paso, pero que en realidad encierra muchos estratos diferentes, profundos, diversos, de la vida cotidiana, de relaciones sociales del momento y en general, válidos tanto en su época como 400 años después, me han atraído siempre", señaló Mancic.

Explicó su deseo de traducir el Quijote al indicar que esa obra "es interesante también en la actualidad, no sólo como valor histórico e importante para la historia de la literatura, sino como obra que se lee con interés, con pasión, más intensa, o menos que en el tiempo cuando fue escrita, con entendimiento diferente o igual".

El lenguaje de Mancic es moderno, "porque el lenguaje de Cervantes es claramente y ante todo contemporáneo, perfectamente entendible para el lector español de 1605, y porque quería mostrar la modernidad del Quijote como texto literario", señaló la propia traductora.

"Traducir no es sólo de un idioma a otro, sino de un tiempo a otro", dijo Mancic y agregó que "buscar artificialmente frases y terminología del pasado sólo dificultaría la lectura y crearía un lenguaje artificial que hoy no existe".

A la pregunta de si entonces es más fácil para un serbio que para un español leer al Quijote, contestó, entre risas, con un "sí" rotundo.

La primera edición del Quijote al serbio fue publicada en 1895 en base a una traducción del erudito Djordje Popovic Danicar, autodidacta en castellano y que dedicó toda su vida a traducir la obra literaria en español más famosa de todos los tiempos.

La segunda traducción del Quijote al serbio, de Dusko Vrtunski, publicada en 1988, pasó casi inadvertida ya que no logró despegar de su ideal y punto de partida de que le sirvió el texto de Danicar.

Mancic consideró que no es sólo el idealismo de Don Quijote y su lucha por algo sublime, lanzado en el romanticismo como su principal rasgo, sino la imaginación, lo que lleva a ese personaje por sus aventuras y desventuras "por la Mancha monótona, parda, llana, con poca elevación de terreno, no muy boscosa".

"El hombre que vive confrontado con esa monotonía cotidiana tenía que encontrar alguna vida en sí, y la halló en la imaginación de otros, en los libros de caballerías", subrayó Mancic.

La traductora dijo que el mayor desafío en su trabajo, "tanto en el sentido de dificultad como más aún de deleite", fueron las diferencias entre las dos culturas y tradiciones.

Mencionó además que todos los nombres del libro, excepto los emblemáticos de los principales personajes, Don Quijote, Sancho Panza y Dulcinea, han sido traducidos, en un intento de "mostrar al lector serbio ese estrato del texto de Cervantes, quien escogía los nombres con mucha atención y con objetivo determinado".

Mancic ha traducido al español unos 30 libros, tanto de autores clásicos como contemporáneos, entre los que figuran Camilo José Cela, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Miguel de Unamuno, Angel Ganivet, Tirso de Molina y Francisco de Quevedo.

La nueva edición del Quijote cierra toda una serie de exposiciones, conferencias y otras actividades celebradas en Serbia con motivo del cuarto centenario de la obra cervantina.