La quincuagésimo primera edición del Festival de Teatro de Molina sigue viento en popa tras casi tres semanas de representaciones. Y sí, su agenda encara ya su recta final, pero todavía quedan muchas obras que subir a escena en la localidad. Pues bien, una de ellas es la que inicia este último tramo de funciones -que se extenderá hasta el próximo domingo sin dejar a los vecinos ni un solo día sin teatro-: hablamos de La isla, de la compañía andaluza Histrión, que será la que esta noche tome las tablas del Villa de la mano de Gema Matarranz y Marta Megías.

La obra, bajo la dirección de su propio autor, Juan Carlos Rubio, trata sobre el dolor, sobre la angustia de vivir. «La sociedad nos ha ido domesticando a la hora de expresar el dolor, aleccionándonos para cumplir con lo políticamente correcto, para incluso durante las más terribles desgracias asumir el papel a medida que nos han escrito las normas de convivencia. Pero, ¿qué sucede cuando sentimos lo que no se debe sentir, lo que no se puede sentir? ¿Qué sucede cuando el dolor nos sobrepasa y queremos huir de él? ¿Nos convertimos en depredadores, conectamos con el lado más salvaje de nuestra naturaleza, con ese animal cargado de instintos primarios que somos? ¿Deseamos sobrevivir a cualquier precio?», se pregunta el dramaturgo, quien con esta pieza pretende romper ciertos tabús.

Así, La isla se presenta como un montaje que explora con gran sutileza esa delgada línea que separa lo que sentimos de lo que podemos reconocer que sentimos frente a los demás y frente a nosotros mismos, de asumir lo que nos sucede. De asumirnos. Y lo hace como si fuera una historia compartida a través de dos personajes tan frágiles como llenosde fuerza y profundidad.