A finales de 2019, La Habitación Roja lanzaba Quiero, otro gran momento de la banda valenciana, que además es su estreno con Intromúsica Records. En 2020 tenían previsto realizar su gira 25º aniversario: repasarían toda su discografía y rescatarían temas que llevaban tiempo almacenados; incluso habían encargado una escenografía especial. Finalmente han decidido aplazar dicho tour para cuando «las cosas vuelvan a la antigua normalidad», otro ejemplo más del daño que la maldita pandemia está causando a la música española y a la cultuta. Por suerte, ellos siempre han sabido sobreponerse a los problemas; no en vano, experiencia no les falta: llevan once álbumes de estudio y ya están pensando en el siguiente. Así, estas últimas semanas se han sumado a la gira Viva la vida, y atracarán en Cartagena esta noche, en El Batel, dentro de las 'Xtraordinary Nights', con todas las entradas agotadas. Jorge Martí, cantante de la banda de L'Eliana, charla con La Opinión acerca de miedos, incertidumbres y esperanzas.

Habíais preparado para este año una gira de aniversario que, por el momento, se ha quedado aparcada. ¿Qué ha supuesto para vosotros este cambio de planes? Por suerte, siempre habéis sabido sobreponeros a los problemas...

Pues ha sido ha sido como un gancho en el hígado. Y ahora estamos tambaleándonos en el cuadrilátero medio groguis tratando de mantenernos en pie y seguir en la pelea. Esta gira era para nosotros muy importante, por la celebración en sí y porque empezábamos una nueva etapa con mucha ilusión y sin ataduras de ningún tipo. Pero llegó la pandemia y todo se vino abajo... Murió el padre de Luis, nuestro fiel técnico de sonido y gran amigo, y también, para acabar de arreglarlo, Ernesto González, la persona responsable de prensa en nuestro nuevo sello y con el cual era una maravilla poder trabajar.

¿Habéis salido a tocar ahora con algún formato especial para la ocasión? ¿Qué hay preparado para los shows de estas semanas?

A pesar de que son conciertos marcados por las circunstancias, queremos acortar distancias y tratar de llegar de la manera más directa posible a la gente. Ya que no podemos estar cerca físicamente, sí hacerlo a nivel musical. El hecho de que la gente esté sentada en su asiento y haya unas medidas de seguridad tan grandes también ofrece la posibilidad de que esté más concentrada en la música y sienta las canciones de manera más intensa. Al menos a nosotros nos pasa. De repente, las letras están llenas de mensajes que nos conectan con el momento actual. Las canciones cobran nueva vida y llegan de manera muy profunda, porque estamos muy receptivos y totalmente metidos en las canciones.

Quiero supuso vuestro estreno con Intromúsica Records. ¿Qué encierra esta canción?

Es una canción muy sentida que habla del amor incondicional en un momento en el que en el mundo, la imagen y la pose han acabado aplastando la esencia de las cosas que realmente importan. Me propuse hacer una lista de algunas de esas cosas cotidianas que tanto echo de menos compartir con mi esposa, que está enferma desde hace diez años y apenas sale de casa. Con algunas de las frases de esa lista hice la letra. Me di cuenta de que muchas de esas cosas, que a día de hoy hago solo, son en realidad pequeños placeres mundanos al alcance de casi cualquier pareja. Quiero expresa el anhelo de recuperar esos momentos tan valiosos. Es una oda al amor incondicional y auténtico que soporta el paso del tiempo y las adversidades, ése que está por encima de todos los problemas y contratiempos que la vida nos pone por delante. Como La Habitación Roja a lo largo de toda su carrera, Quiero habla de los instantes preciosos que la vida nos otorga, pequeños tesoros cotidianos de los que desgraciadamente solo nos acordamos cuando los perdemos.

En Yo me pregunto planea la crisis de identidad que trae consigo el proceso de aprender a vivir sin que se cumplan tus expectativas. ¿Cómo surgió esa canción?

Es una canción que escribí tras publicar Memoria (2018), haber estado enfermo y sufrir algunas rupturas, desengaños y decepciones varias. Me quedé descolocado, y ese montón de preguntas que uno se hace cuando las cosas vienen mal dadas me hizo reflexionar mucho sobre la vida en general y la música en particular. A veces el entusiasmo nos ciega y pensamos que la gente que nos rodea comparte y profesa ese entusiasmo de la misma manera que lo hacemos nosotros. Pero no siempre sucede así. Si eres presa de esas grandes expectativas al final acabas por decepcionarte. A veces pienso que uno ha de preocuparse por lo que realmente está a su alcance y, por salud mental, intentar no martirizarse con las cosas que sabes que no vas a poder cambiar aunque te lo propongas. También planea sobre la canción algo que me dijo mi mujer tras enfermar. Mirándome fijamente a los ojos me dijo que ella ya no iba a poder ser la misma persona y que yo tenía que aceptar las cosas como eran. Vivimos en una maldita 'nueva normalidad' desde 2009 y, aunque cuesta y uno a veces ya no sabe ni quién es, hay que tratar de seguir adelante, porque, ¿qué otro remedio nos queda?

¿Motivos para dar el salto a Intromúsica después de tantos años?

Necesitábamos un cambio, rodearnos de sabia nueva y entusiasmo a nuestro alrededor. Creo que 'entusiasmo' es la palabra que define lo que necesitábamos y que conecta con lo de las expectativas de la anterior pregunta. El tiempo y la costumbre pueden acabar desgastando las relaciones, así que los cambios pueden ser necesarios para romper las rutinas y el piloto automático que a veces establecemos casi sin darnos cuenta. Max, director de Intromúsica, es puro entusiasmo y le pone muchísima ilusión a todo lo que hace, y eso es contagioso. Es una lástima que nos haya golpeado de esta manera lo la pandemia, porque estábamos en un momento inmejorable y teníamos ante nosotros una interminable lista de conciertos que se prometían muy especiales.

Creativamente hablando parece que el confinamiento os ha servido para sacar nuevo material. ¿Es difícil concentrarse en momentos así?

Es ciertamente complicado, sobre todo en los momentos más duros de la pandemia cuando morían al día mil personas en nuestro país. Cuesta abstraerse del drama sanitario y uno no consigue concentrarse y permanece absorto en las noticias que van golpeando sin piedad. Los acontecimientos acaban atenazándote y dejándote paralizado, con la moral por los suelos. A continuación uno se va rehaciendo con el paso de las semanas, y el poso de tantas emociones se abre camino y aflora en las nuevas canciones.

He leído un poco acerca del origen de La Luz (Canción para Whitney Dafoe) . ¿Cómo os llegó esta historia?

Whitney tiene la misma enfermedad que mi mujer y es una paciente que conocen la mayoría de las personas que sufren el Síndrome de Fatiga Crónica. Algunos familiares que estamos muy implicados también conocemos la historia. Su padre, Ron Davis, es un reputado científico estadounidense que se podría decir que lidera las investigaciones para tratar que haya un remedio para la enfermedad que sufre su hijo y millones de personas en el mundo. Ambos salen en el documental Unrest (2017), que cuenta la historia de Jennifer Brea, una mujer que también sufre esta desgraciada enfermedad. Escribí la canción inspirado por las palabras de ánimo y aliento que Whitney le daba a sus cuidadores, y a la gente que a lo largo y ancho y del globo se siente sin fuerzas para continuar con su lucha y piensa en arrojar la toalla. Lo hice meses antes de la pandemia, pero al llegar esta, la canción y la situación del protagonista, confinado en su cuarto desde hace años, me recordaron mucho a lo que estábamos viviendo como individuos y como sociedad.

Veinticinco años de carrera, es algo de lo que pocos grupos pueden presumir, y menos de haberse mantenido en primera línea durante todo ese tiempo, como es vuestro caso. ¿Qué momento sería vuestro preferido?

Siempre hemos intentado que el presente sea el mejor momento del grupo, y creo que prácticamente así ha sido hasta la llegada del covid-19. Difícilmente puedo decir que el actual sea nuestro momento preferido, dadas las circunstancias, pero hace unos meses, en febrero concretamente, Radio 3 nos rindió un homenaje por nuestros veinticinco años de trayectoria y dimos un concierto muy especial en la mítica Sala El Sol madrileña. Creíamos que sería el primer concierto del aniversario, pero resultó ser también el último.

¿Cómo -el cuándo parece más difícil de responder- vais a celebrar este veinticinco aniversario? ¿Tenéis algo especial preparado?

La idea es aplazar la celebración tal y como la habíamos concebido hasta que se den las condiciones adecuadas para hacerlo como creemos que merece la ocasión. Si no puede ser en 2020, como parece, pues que sea en 2021. Teníamos preparada una formación con seis músicos, canciones remozadas y una escenografía y luces muy sobrias y con mucha clase para dotar a los conciertos de una ambiente especial. Habíamos hecho una gran inversión a todos lo niveles y nos hemos quedado con la miel en los labios. Ojalá podamos retomar nuestros planes en un futuro no muy lejano. Mientras tanto, toca adaptarse y tratar de sobrevivir a las circunstancias actuales.

En mitad de la pandemia sacasteis El miedo abierto . ¿Cómo fue lanzar un tema en esos momentos?

Era una canción que ya teníamos escrita y grabada con Paco Loco en su estudio de El Puerto de Santa María, y pensamos que, casualmente, tenía multitud de reminiscencias del momento actual. La letra habla sobre la ansiedad y la depresión que han pasado dos de los componentes del grupo y que tanto está afectando en estos momentos a muchísima gente. Es una canción con una parte instrumental en la mitad, a modo de tormenta sónica, que da lugar a continuación a un momento de calma y esperanza que va creciendo y vuelve a hacer renacer la canción. De alguna manera eso es lo que esperamos todos ahora: que pase la tempestad y vuelva a lucir el sol y podamos volver a soñar sin miedo.

Como sanitario, ¿cuál es tu punto de vista sobre la gestión de la pandemia en España?

Pienso que nos ha superado y es una cura de humildad brutal a todos lo niveles. Es muy difícil estar preparado para afrontar algo de esta magnitud y sin parangón en nuestros días. Mi sensación es que se ha hecho lo que se ha podido, improvisando sobre la marcha según se iba conociendo más sobre el virus, pero ha sido una situación muy compleja e inabarcable. No puedo sino empatizar con toda la gente que ha batallado en primera línea. Los sanitarios han dado un ejemplo de profesionalidad y vocación de servicio a los demás que nos ha enseñado qué es lo que de verdad importa y vertebra a una sociedad. La clase política no ha estado a la altura, pues debería haberse unido y no utilizar la pandemia con fines electorales. Deberían haber dado ejemplo, y no han sido capaces de remar todos en la misma dirección. El Gobierno ha cometido errores, por supuesto, pero no se les puede negar su buena voluntad. Habrá que juzgarles en las urnas en las próximas convocatorias electorales. También los ciudadanos hemos pecado de un exceso de confianza pensando que esto no nos podía pasar a nosotros. Hemos sido conscientes de nuestra vulnerabilidad, y la naturaleza nos ha puesto en nuestro sitio una vez más. Esto es un toque de atención brutal que nos debe hacer reflexionar para mejorar como sociedad y así estar más cohesionados y ser más solidarios los unos con los otros en el futuro.