Curiosamente, fue una ley del Gobierno del general Primo de Rivera, enemigo acérrimo del Rector Loustau, la que propiciaría que la Universidad de Murcia tuviese el primer Colegio Mayor de su historia. La ley, no obstante, buscaba coartar las libertades de que había gozado la madrileña Residencia de Estudiantes, aunque a imitación de ésta intentaba procurar la 'educación integral' de los estudiantes.

La creación de un Colegio Mayor acogiéndose a la flamante legislación se había convertido en una obsesión para el rector Loustau, que en aquella universidad de poco más de 200 alumnos oficiales y 2.200 libres, vio una magnífica oportunidad en el cierre del Gran Hotel Regina, una excelente instalación para los viajeros que llegaban a la cercana estación de ferrocarril, que había sido inaugurada a comienzos de 1924 a apenas un centenar de metros del local de la Universidad de Murcia en el Carmen, y que en 1926 había cerrado sus puertas. El edificio estaba situado en la plaza de la Media Luna, en la confluencia con la alameda de Colón, colindante con el Media Luna Cinema (que más tarde pasaría a llamarse Cinema Iniesta) y frente a la Universidad.

El nuevo centro, que sería dirigido por el catedrático de Historia de España de la Universidad de Murcia Cayetano Alcázar, ayudaría a asociaciones de estudiantes en ámbitos como los deportes, las excursiones o la cultura, y promovería cursos de idiomas impartidos por especialistas.

Se trataba del primer Colegio Mayor fundado en España que se acogía a la nueva legislación para estos centros, de ahí que el Régimen cuidara mucho su inauguración, haciendo acudir a Murcia a los Ministros de Gobernación y de Instrucción Pública, el general Severiano Martínez Anido y Eduardo Callejo respectivamente. Ambos ministros tuvieron ocasión de almorzar en el magnífico comedor del Colegio Mayor después de un día de numerosas actividades e inauguraciones en diversas zonas de la capital y del resto de la región, así como de una función de gala en el Teatro Ortiz, futuro Cine Rex.

Durante la ceremonia de inauguración, ante los dos ministros y las autoridades civiles y militares, el Rector Loustau afirmó rotundo que «la universidad es para esta ciudad y para la región una cosa sagrada», y añadió que se podía afirmar que Murcia constituye «una de las ciudades españolas que más se preocupan por la cultura».

Foto: Servicio Comunicación UMU.