El Real Casino de Murcia abrió ayer sus puertas al arte del escultor cartagenero Francano (Francisco Cánovas, 1975). El artista de la ciudad portuaria presentó en la galería central del icónico edificio una muestra titulada El baile de máscaras, en la que misteriosos bustos policromados clavaron su mirada en los espectadores que acudieron a la inauguración de esta exposición.

El baile de máscaras, que podrá visitarse durante algo menos de un mes -hasta el próximo domingo 16 de enero- gira en torno a los populares bailes que se celebraban en Europa en los siglos XVII y XVIII, siendo Venecia un destino inevitable para nuestra mente mientras deambulamos entre los bustos del cartagenero. «En estas fiestas se mezclaban con la multitud personajes disfrazados que tenían comportamientos muy impropios y altamente peligrosos», comenta Francano, que en esta propuesta se sirve de las máscaras para indagar en la profundidad del ser humano: «Busco en el interior, saco a relucir lo que las personas intentan esconder».

En concreto, el creador lo hace mediante quince coloridas esculturas, de un tamaño aproximado de 45 centímetros, realizadas en terracota refractaria, pero en las que ha utilizado diferentes materiales y técnicas, para disfrute de los más entendidos.

Francano, escultor autodidacta, protagoniza así en el Real Casino de Murcia una muestra que tiene algo de especial, y es que hasta ahora ha trabajado para numerosos coleccionistas privados, pero es la primera vez que realiza una exposición pública.