Tiene un carácter jovial y todas las ganas de vivir y trabajar del mundo, a pesar del susto que le dio su hígado en 2015, que le tuvo en coma durante 19 días. Actor, pianista, cantante, showman y presentador del popular programa La Gramola de Onda Regional durante muchos años, Juan Bastida no se aleja de la radio, donde continúa colaborando en el programa Gaceta Radio de Radio Inter y otras emisoras. Conoce el Teatro Romea como la palma de su mano. «El equipo técnico del Romea, a quienes adoro, quieren ponerle mi nombre al palco número 9 del proscenio».

¿Cómo fueron tus inicios, Juan?

Con 14 años comencé la carrera de piano. Desde siempre me atrajo el mundo de la música y el teatro, pero a los 19 tuve un accidente en una confitería. Me subí a una banqueta para limpiar la máquina de embalaje de magdalenas y bizcochos y la conecté con la rodilla y lo que pilló se lo llevó ´p´alante´. Perdí dos falanges. De los 19 a los 23 años yo me quería suicidar. Javier Tomás Tío fue quien más me ayudó: todos los días pasaba a por mí y yo no entraba al salón de mi casa por no ver el piano.

¿Qué fue lo primero que hiciste en teatro?

En el 76, en el Romea hice una cosa de Cervantes y después Los cuernos de don Friolera, de Valle Inclán. Luego me alié con Lorenzo Píriz Carbonell con quien hice El entreacto, que era la historia de un transformista de cabaret y que estaba prohibida en Televisión Española. Luego hicimos Cristóbal Colón para llevarlo a la Expo de Sevilla y cada año, en cuaresma, hacíamos autos sacramentales con Tespis. Llegué a estar en tres compañías al mismo tiempo.

¿Y el Tenorio?

Desde el 89, con la compañía de Cecilio Pineda y durante 26 años ininterrumpidos he sido el comendador. También he hecho espectáculos infantiles en el Romea durante 25 años.

Y luego llegó la radio, ¿no?

Sí, comencé a hacer La Gramola. Cuando se jubiló Jesús Sancho me llamaron a mí y fue todo un éxito, tuve una audiencia impresionante. Me gustaría volver a la radio, donde sigo colaborando en Gaceta Radio de Radio Inter y otras emisoras.

Hasta que llegaron tus problemas de salud...

En 2015 me dio un ´paparajote´. El 27 de febrero, durmiendo, me dio una angustia muy rara. Estuve 19 días en coma hasta que vi una luz que me trajo de nuevo a la tierra, y aquí sigo. Ahora estoy a la espera de un transplante de hígado y estoy deseando que me llamen.

¿Y la música?

En el 90 conocí a Ángel Valdegrama e hicimos un repertorio cachondo, primero en El Piano Bar y La Puerta Falsa. Luego con Luis Federico Viudes, el maestro de maestros, en La Velada. Fue una época preciosa.

¿Y el amor?

Me fue tan mal con ellas que empecé a practicar con ellos y me fue peor. Pero es muy importante estar enamorado. No hay nada como ´la pluma´ en un hombre. Como lleva una boa un hombre no la llevará una mujer nunca.

De puño y letra: «Soy fácil de conocer por fuera. Por dentro, soy otra cosa».

Grafoanálisis de Pablo Alzuagaray

Juan es un individuo reservado en sus conductas pero transparente en su humanidad. Puede llegar a presumir socialmente, aunque en tu intimidad se considere a sí mismo como una persona mucho más sencilla y austera. Visionario nato, le encanta explorar nuevos caminos, ir hacia la vanguardia, buscar lo novedoso; lo que está por hacerse y por ocurrir le estimula la mente y el ánimo... Y aunque tiene pasta de líder, a menudo suele ser mucho más autocrítico con su persona que lo que por sus talentos realmente se merece.

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