José Luis Manzanero es uno de los grandes, por derecho y por canciones. Desde que publicara Cuestión de estilos (2001) ha realizado una larga travesía que desembocó en Impulso y canciones de paso (1997/2013) y continuó a través de un proyecto grupal bajo el nombre de El Octavo Pasajero, que arrancó hace cuatro años con Crack y continúa hoy con Mantén el vuelo.

Crack fue vuestro primer paso como grupo partiendo de composiciones que traías de casa. ¿Se podría decir que Mantén el vuelo contribuyó a definiros?

Más bien fue a la inversa. Después de Crack decidimos que en nuestro siguiente paso debíamos plasmar solamente aquello que sintiéramos de verdad (todos los miembros del grupo). Eso nos llevó a estar más de un año sin salir a tocar, creando y grabando. Nos propusimos crear un disco, pero finalmente sentimos que sólo cuatro temas estaban terminados, así que Mantén el vuelo pasó a ser un EP. El resto de material ha seguido evolucionando en directo, y estamos listos para un siguiente trabajo.

El vuelo parece que tuvo un aterrizaje ¿forzoso? ¿Qué ocurrió? ¿Os replanteasteis la forma de seguir?

No fue forzoso. Cambiamos de formación, y con la llegada de John (Juan Gomaríz) como baterista apareció nuestro sonido. A partir de ahí desarrollamos lo que hoy somos sobre el escenario.

¿Qué podemos encontrar en Mantén el vuelo, y por qué ese título?

Mantén el vuelo es el tema que abre el EP. Hablamos con crudeza, desde el espíritu del rock, pero con una frescura que hace que llegue directo en la primera escucha. El título representa bien lo que somos y la etapa que estamos viviendo.

Por cierto, ¿el nombre del grupo no pone un poco difícil vuestra localización? ¿Cuál fue la razón de elegir ese nombre que suena tan cinematográfico?

Uno de los temas con los que empezamos se llamó así. Yo era el octavo pasajero de un vagón de tren en el momento en que lo escribí, hablando de viajes y de personas que afortunadamente salen a tu encuentro. De todas formas, entre nosotros, de forma coloquial, somos El Octavo. Quizá lo cambiemos algún día.

¿El proceso creativo es ahora totalmente abierto? ¿Cómo os repartís la tarea?

Es abierto, pero lo que mejor resultado nos da es trabajar juntos en el local y grabar ideas que después desarrollamos como canción. Ahí reside nuestro espíritu.

Aarón Sáez, Diego Cantero, JL. Manzanero€ ¿Qué está pasando con los cantautores de esta Región que acaban formando bandas?

Somos músicos, siempre hemos trabajado en este formato, pero bajo un nombre personal y en un circuito en el que te podías mover por el país a tocar con tu guitarra. Creo que es desarrollo natural. Pero que conste que no dejo de ser lo que era para formar un grupo. Simplemente, después de tres discos en solitario, componiendo y produciendo, quise juntar a unos amigos de gran talento con los que crear todo en equipo: Estibi, Rubo y John, sin olvidar a Jorge y Alberto. Y he de decir que estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho juntos. Aunque lo mejor siempre está por llegar.

El ambiente musical en Murcia es muy colaborativo, y aunque parezca que es normal, no siempre sucede así. ¿Por qué creéis que es?

Por la gran cantidad de gente creativa que tenemos, el clima y lo pequeñas que son las ciudades de nuestra Región. Al final, si te mueves acabas coincidiendo con otra gente que te estimula. Es un buen caldo de cultivo.

Mantén el vuelo se ha convertido en un hit. ¿Qué significado tiene eso para vosotros?

Significa mucho que nuestro tema más personal, el que tocamos a ojos cerrados y siempre funciona, sea el que más engancha a la gente. En los conciertos es realmente alucinante lo que ocurre con el público y esta canción.

¿Qué rodeó la composición de un tema como Raro? ¿Tiene un efecto de catarsis?

Raro fue escrita en el momento en el que el presidente de nuestro país salió en televisión para desmentir los papeles del tesorero de su partido. De pronto todo era posible, habíamos tocado fondo como sociedad... Y ya que ahora todo puede pasar, puede que tengamos valor.

¿Lo de autoeditarse es más una necesidad o lo preferís?

Es la forma que tenemos de mostrar nuestro trabajo. Es duro pero tiene su parte positiva. Estamos vivos si creamos y mostramos nuestra música, pero cuando aparezcan otras opciones, serán bienvenidas, claro está.

¿Cómo definirías vuestra propuesta como banda?

Banda murciana que combina rock, música de baile y sentimiento.

¿El entorno es favorable para salir adelante? ¿Vale la pena tanto esfuerzo?

Digamos que mientras vale la pena se hace el esfuerzo, y la respuesta del público que nos ha conocido estos meses le da sentido a lo que hacemos. Nos da gasolina para seguir haciendo camino; nuestro agradecimiento desde aquí.

¿En qué andáis metidos últimamente?

Pues hoy hacemos un acústico en Murcia; quizás nuestra versión más íntima hasta ahora. El 30 de abril estaremos en Elche (Sala la Nota) y el viernes 20 de mayo junto con Temas Incómodos de Murcia y Koel de Granada en la Sala B.

Todas tus energías parecen concentradas en El Octavo Pasajero. ¿Hay otra vida latiendo fuera?

Claro, tengo a Reme y Enrique haciéndome latir a diario. Y además esperamos la llegada de Jorge, nuestro segundo peque. Llevo meses apuntando ideas y grabando en casa, es una necesidad personal. Quizás sea el principio de algo. La vida sigue latiendo.