"Entender el lenguaje de la tecnología ayudará a ejercer mejor nuestros derechos"

La pandemia, para María del Mar Sánchez, puso encima de la mesa el problema de la brecha digital y saber cómo superarla. Herramientas como el chat GPT «nos hace ver que es importante incorporar la alfabetización digital para no quedarnos atrás». Ante un avance tan rápido de la tecnología, la escuela puede lograr adaptarse si existen recursos y formación. 

Bajo su experiencia con la aplicación, ¿qué puede aportar el chat GPT al mundo de la educación?

El potencial del chat dependerá del uso que hagamos los docentes de él y cómo planteemos introducirlo en clase. Creo que es una herramienta que puede servir como apoyo en determinados momentos, incluso ayudar a desarrollar la creatividad. El otro día, en clase con estudiantes de Magisterio, por ejemplo, le pedimos al chat GPT una unidad didáctica sobre un determinado tema y estuvimos analizando los resultados que nos ofrecía, buscando en la normativa si eran correctos o no, mejorando la propuesta que nos daba el chat, planteando alternativas a lo que nos decía, etc. Fue muy productivo.

¿Habría algo de lo que preocuparse?

Hay que tener en cuenta que las herramientas de inteligencia artificial pueden tener sesgos, por lo que es importante ser conscientes de ellos. Creo que es fundamental que sepamos quién ha diseñado las herramientas, qué uso hacen de los datos que les damos, cómo son los algoritmos que hay detrás, etc. 

¿Cómo se puede adaptar la evaluación de los estudiantes a aplicaciones como este chat?

Se pueden plantear más estrategias de evaluación continua, para fijarnos no únicamente en el final del camino, sino en la construcción del aprendizaje. También se pueden realizar pruebas orales, tareas en las que tengan que diseñar recursos, trabajo colaborativo, etc. Una de las cosas que suele funcionar bien es dar más tiempo en el aula para que los estudiantes puedan hacer las tareas y trabajos con nuestra ayuda.

¿Dónde ponemos el límite en las aulas a estas herramientas? 

El límite estará donde nosotros queramos. Tenemos que ser conscientes de que este tipo de herramientas existen y los estudiantes las usarán, por lo que seremos nosotros los que decidamos hasta dónde queremos llegar. A nivel educativo, incorporar medios digitales no significa que se dejen de usar otros. Por lo tanto, no debemos dejarnos llevar por el efecto novedad en el aula y aplicarlo sin sentido, sino plantearnos qué tipo de actividades podemos hacer con chat GPT que sirvan realmente para algo.

 ¿Qué es lo que está por llegar en cuanto a las tecnologías en la educación?

Lo interesante del chat GPT no es solo el chat en sí mismo, sino que nos hace vislumbrar el potencial de la inteligencia artificial que puede venir en pocos años. Por ejemplo, existen ya iniciativas de aprendizaje personalizado virtual a través de inteligencia artificial. Microsoft anunció esta semana la integración de chat GPT en Bing. Google está trabajando en su propia alternativa (Bart). Y surgen sitios como Perplexity. Este curso se ha incorporado el pensamiento computacional, la programación y la robótica en Infantil, Primaria y Secundaria. No porque todos los niños y niñas tengan que ser programadores en el futuro, sino porque entender el lenguaje de la tecnología nos permitirá ejercer mejor nuestros derechos y deberes como ciudadanos digitales.

¿Tiene sentido prohibir un móvil o una tablet en clase?

Prohibir no tiene sentido en la sociedad en la que vivimos. Son herramientas con mucho potencial en la educación. Entender cómo funcionan las tecnologías nos permite ser más conscientes de los riesgos y generar una relación más saludable con ellas. Siempre que llega una innovación tecnológica hay una primera reacción que es de rechazo, pero luego terminan encontrando su lugar. Estas herramientas han venido para quedarse. Una estudiante me comentaba que el chat GPT le ayudaba a inspirarse para empezar un proyecto y le daba ideas interesantes sobre las que trabajar. ¿Por qué renunciar a eso?