La crisis de la apicultura obliga a cerrar una de cada cinco explotaciones

Los apicultores de la Región se han concentrado este martes frente a la Delegación del Gobierno en Murcia para protestar por el «abandono» que sufre este colectivo profesional por parte de las administraciones, «tanto central como autonómica», frente al resto de sectores productivos del país, que «ha recibido apoyos para paliar la actual coyuntura inflacionista que atraviesa España y Europa».

Los miembros del sector acudieron a esta movilización con sus indumentarias de trabajo y sus instrumentos de producción de humo. Carlos Zafra, representante de los apicultores en Coag Murcia, realizó una protesta simbólica arrojando sobre su cuerpo un bote de miel para escenificar el «estado de desesperación» que atraviesa este colectivo, según ha indicado la organización agraria COAG.

COAG apunta a que durante el último año en el Levante tuvieron que cerrar un 20% explotaciones apícolas, motivado por el aumento «exponencial» de los costes y una caída de la demanda de miel española, frente una «oferta descontrolada» de mieles foráneas que «no cumplen con los criterios de calidad deseables».

Así, en el ejercicio pasado «se superaron todos los registros conocidos» de entrada de productos presentados como miel procedentes de China, «una permisividad» en el mercado europeo que, a juicio de la organización, «está contribuyendo decisivamente a desmantelar el tejido apícola autóctono y familiar».

El representante de los apicultores considera que el Ministerio de Agricultura«debería aprovechar la próxima Presidencia española del Consejo de la Unión Europea para liderar a nivel europeo la modificación de la Directiva de la Miel y del Código Aduanero de la Unión», con el objetivo de que «el verdadero origen de las mieles comercializadas en España se refleje correctamente en su etiquetado y muestre su determinación de cara a facilitar información transparente a consumidores sobre el origen de los productos apícolas que consumen».

La coordinadora agraria ha exigido un mayor control de la calidad de las mieles importadas, sobre todo de China, así como de las posibles adulteraciones y de la miel envasada en el mercado interior en nuestro país». Además, Coag instó al Ministerio a conceder ayudas directas por colmena al sector apícola profesional para poder superar este «grave momento de crisis» y «compensar parcialmente» el sobrecoste de mantenimiento de las colonias de abejas y la pérdida de producción. Así, ha demandado que el importe de ayuda sea de 10 euros por colmena para el total de las censadas en registro REGA a fecha 1 de enero del 2022 y gestionadas por ATP, con un límite de ayuda por explotación de 1.000 colmenas.

También ha reclamado la inclusión del sector apícola profesional entre aquellas a los que se prorroga en 2023 la ayuda de 20 céntimos por litro de combustible, ya que en las explotaciones apícolas profesionales, tanto estantes como trashumantes, el combustible es uno de los costes de producción que condicionan más la cuenta de resultados.

Del mismo modo, Zafra expresó su rechazo a las «nuevas exigencias burocráticas que quieren imponerse a las explotaciones apícolas españolas». A este respecto, ha considerado que el Ministerio debe atender «con flexibilidad» a las particularidades del sector en la futura aplicación de los reales decretos de trazabilidad, identificación y registro de determinadas especies animales, así como de veterinario de explotación y plan sanitario integral.

La autorización de nuevos medicamentos más eficaces contra varroasis es otra reclamación del sector, para que «apicultores y apicultoras puedan seguir haciendo frente a esta enfermedad parasitaria endémica y sortear la cada vez mayor resistencia de este parásito a los acaricidas existentes».