"Era urgente una renovación y los colegiados la han pedido en las urnas"

La enfermería murciana eligió el pasado viernes a Amelia Corominas para que los represente durante los próximos cuatro años. Corominas regresa a la presidencia del Colegio Oficial de Enfermería de la Región tras cinco años de parón en los que la institución ha estado dirigida por una junta de edad, un periodo marcado por el continuo cruce de acusaciones entre los representantes nombrados por el Consejo General de Enfermería de España y la directiva saliente.

Un total de 636 enfermeros, cerca del 60% de los que acudieron a votar el viernes en las elecciones, han respaldado el proyecto de Amelia Corominas, lo que le da un impulso para afrontar esta nueva etapa.

Sólo unas horas después de conocerse el resultado y tras haber digerido la victoria, la presidenta electa del Colegio de Enfermería atiende a La Opinión para analizar la situación. Reconoce que están muy contentos con los resultados, «la enfermería murciana se ha movilizado como nunca para darnos su voto y tanto mi equipo como yo estamos muy agradecidos por ello».

Sin embargo, apunta que «no ha sido una votación sencilla, presencial y con solo dos sedes para ejercer el derecho al voto, pero las compañeras se han esforzado y han hecho un hueco en sus complicadas agendas para votar», por lo que afirma que «no les defraudaremos».

Sobre si esperaban este resultado dice que «deseábamos ganar, por supuesto, pero este éxito ha superado nuestras expectativas».

Las elecciones de 2023 han sido las que han logrado la mayor participación de la historia del Colegio de Enfermería, de ahí que Corominas lo interprete como que «nuestro colectivo está harto de tener un Colegio apático, callado y sumiso. Necesitamos una institución que defienda la enfermería por encima de todo, era urgente una renovación y las colegiadas y colegiados lo han pedido claramente con este resultado» en las urnas.

Sobre si el resultado supone que ha ganado el pulso que mantenía con el Consejo General de Enfermería de España, insiste en que «lo que hemos ganado son las elecciones al Colegio de 2023» y explica que «nuestra relación con el Consejo se normalizará en el momento que finalicen todas las vías abiertas a día de hoy». Lo deseable, para Amelia, es «que el Consejo General de Enfermería sea una institución que respalde a los colegios autonómicos y provinciales, un soporte para ellos, y a ello aspiramos».

El 8 de febrero está previsto el juicio por desobediencia al Consejo y presunta usurpación de funciones, una cita en la que Corominas podría ser inhabilitada. Pregunta por si está preocupada, afirma que «pasará lo que decidan los jueces. Nuestra conciencia y nuestras manos están limpias. Pase lo que pase el 8 de febrero mi equipo está absolutamente capacitado para gestionar el colegio y cumplir con todos y cada uno de los objetivos recogidos en nuestro programa electoral».

Ante el panorama que afronta la enfermería murciana en estos momentos considera que hay muchas necesidades y «todas urgentes» y afirma que entre las primeras actuaciones que llevarán a cabo se centrarán en conseguir el compromiso político del aumento de plantillas y de mejorar las condiciones de los contratos de enfermería, así como la implantación de las 35 horas en la pública y en la privada, la creación de plazas de especialistas y de enfermeras escolares. «Hay muchísimo por hacer», insiste.

Además, cree que es necesario «tender puentes para el entendimiento» con el Servicio Murciano de Salud, con la Consejería y la Unión de Hospitales. « Tenemos que trabajar juntos por la profesión. También quiero abrir el Colegio a las compañeras y compañeros, hacerlo suyo de nuevo. Ofrecerles ayudas reales y efectivas. Devolverles un colegio que nunca debió de darles la espalda», explica.