Consumir productos cooperativos para apoyar la economía local

La responsabilidad social forma parte de la esencia de las cooperativas, y trabajan para seguir impulsando y protegiendo comunidades con raíces auténticas, con transparencia, democracia y compromiso. Su presencia en el medio rural es vital. Se trata de un modelo empresarial que tiene muchos puntos a favor para ser escogido como fórmula de crecimiento y, algo muy importante, sostenibilidad: su permanencia en el territorio garantiza la localización de la actividad, contribuye a la pervivencia del entorno rural y de la vida en los pueblos gracias a la creación de empleo y el apoyo a los pequeños productores y sus familias, además de beneficiar el mantenimiento de los ecosistemas.

Combaten el desarraigo y la despoblación contribuyendo a evitar una España vaciada mayor. Por no mencionar el sentimiento de identidad que generan: las cooperativas son de todas las personas que forman parte de ellas, son proyectos que se sienten como propios.

Con el paso de los años, además, han demostrado tener autoridad en materia empresarial, estableciendo un modelo capaz de satisfacer las necesidades tanto económicas como sociales de las personas que las integran. Y en materia de innovación han conseguido ser también un referente.

Cooperativas como Anecoop, entidad agroalimentaria de segundo grado que agrupa a 73 cooperativas y empresas de toda España, y cuyo objetivo prioritario es mejorar la renta de los cerca de 24.000 agricultores que pertenecen al Grupo.

El peso específico de la Región de Murcia en el conjunto de Anecoop, en términos de volumen comercializado, representó el pasado ejercicio el 32,6%, con más de 266.000 toneladas procedentes de sus seis entidades socias en la zona.

Este objetivo está firmemente entrelazado con su compromiso hacia la sociedad, cada vez más concienciada con el respeto al medio ambiente, que apuesta por una alimentación saludable y con todas las garantías de seguridad, constituida por productos que hayan sido cultivados o elaborados de forma respetuosa con el entorno y que se preocupa por mejorar la calidad de vida de sus integrantes.

Los cítricos, frutas y hortalizas comercializados por Anecoop y producidos por sus socios, así como las materias primas con las que se elabora su oferta vinícola, se cultivan 100 % en España, por lo que constituyen un programa de cultivo con un importante valor social que permite que numerosos agricultores y sus familias puedan continuar con la actividad agrícola todo el año, ayudando así a dar “Raciones de Vida para el Campo”.

Su consumo contribuye a la sostenibilidad de la agricultura, limitando el abandono de las tierras de cultivo, afianzando la población al medio rural y asegurando a los jóvenes agricultores un futuro estable, consolidado y adaptado a los nuevos tiempos.